El Museo Casa Botines inauguró este viernes el bar champagnería, que ayer sábado abrió sus puertas al público coincidiendo con su 125 aniversario. Ayer sábado día 15 de septiembre la Casa Botines celebró el 125 aniversario de su inauguración, acontecimiento que se produjo tal día como aquel del año 1893.
Fotografía: Martínezld
Este fin de semana Botines lucía mas bonito que nunca y no era para menos. Ayer sábado el mas joven de los monumentos leoneses cumplía 125 años y lo celebraba ampliando sus servicios.
El Museo Casa Botines ha incorporado un establecimiento de hostelería como nuevo servicio para el recinto cultural.
Fotografía: Martínezld
Se trata de un bar champagnería que, al igual que la planta, se denomina “El Modernista” y evoca el espíritu de los míticos locales art nouveau que, en su época, fueron punto de encuentro para artistas e intelectuales.
Con alma bohemia, “El Modernista” ofrece la mejor y más exquisita selección de vinos, cocteles, licores, cafés y productos de alta gama. Una propuesta novedosa y de calidad que constituye un nuevo atractivo turístico.
Fotografía: Martínezld
Para conseguir el nuevo espacio se remodeló la planta semisótano del edificio a para devolverla a su estética y estructura original, tal y como la concibió Gaudí, retirando los muros de pladur que fueron colocados en la década de los 90 y añadiendo obras de arte (gráfica y pequeña escultura) de grandes artistas contemporáneos como Eduardo Chillida, Rafael Canogar, Monir Islám, Oswaldo Guayasamín o Miguel Conde.
Los orígenes del edificio
Corría el año 1886 cuando dos comerciantes leoneses, Simón Fernández Fernández y Mariano Andrés González Luna, representantes en León del Banco Hispano-Colonial de Barcelona y dueños de una casa de cambio y de una almacén de tejidos situados en la plaza Mayor de León, deciden trasladar su negocio a la plaza de San Marcelo, entonces centro neurálgico de la ciudad.
Fotografía: Casa Botines
Estos vendedores negocian con el duque de Uceda y sus dos hermanas, a quienes compran un terreno de 2.390 metros cuadrados frente al palacio de los Guzmanes con el fin de construir un edificio de viviendas, cuya planta baja y sótano albergarían su tienda y un almacén.
Un pleito entre con el Ayuntamiento de León protagonizaría los siguientes cuatro años de historia de este inmueble, ya que la institución pública negaba que la totalidad del terreno fuese de titularidad privada.
Fotografía: Martíinezld
Finalmente, en mayo de 1891, una sentencia reconoció a los promotores la propiedad de una superficie de 800 metros cuadrados, sobre los que finalmente se construiría el edificio “Fernández y Andrés”, conocido como “Casa Botines”.
Gaudí coge las riendas del proyecto por la relación de su mentor, Eusebi Güell, con los dueños del Banco Hispano-Colonial de Barcelona, jefes de Fernández y Andrés.
Fotografía: Martínezld
El arquitecto firmó los planos en Barcelona, en diciembre de 1891, fecha en la que el Ayuntamiento de León aprobó y autorizó la ejecución de la obra, para iniciar los trabajos de excavación el 4 de enero de 1892 y los de cimentación tres meses después.
El buen ritmo de las obras y la innovadora forma de trabajar de Gaudí, hizo que los trabajos finalizasen en tan solo diez meses, lo que provocó el recelo sobre su integridad entre la población local. El inmueble fue solemnemente inaugurado el 15 de septiembre de 1893, con la colocación del conjunto escultórico del “San Jorge y el dragón” que luce sobre la principal del edificio.
Fotografía: Martíinezld
Rigurosamente, y según el plano original, se trata de una casa de 16 viviendas, cuyas plantas baja y semisótano albergaron la tienda y almacén de tejidos de los señores Fernández y Andrés entre 1893 y 1929, año en el que fue adquirido por el entonces Monte de Piedad y Caja de Ahorros, que sitúa en la planta principal la sede social de la entidad.
Aún así, el edificio continuó paralelamente con su función inicial, ejerciendo también como casa de vecinos hasta 1992, año en el que abandonan el edificio los últimos vecinos.
Fotografía: Martíinezld
Su aspecto exterior recuerda a una fortaleza medieval, a lo que sin duda contribuyen de forma muy directa, su fachada pétrea, las ventanas, inspiradas en la Catedral gótica de León, y los estilizados torreones, destinados en realidad a iluminar las esquinas del edificio. El foso, cuya función práctica consistía en dotar al semisótano de amplios ventanales, y la inclinada cubierta, de cuatro vertientes, que sostiene seis lucernarios que proyectan la luz a los patios interiores, recuerdan la magnificencia de esta obra del modernismo español.
Fotografía: Martínezld
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Curiosidades del edificio
El verdadero nombre del edificio es Casa Fernández y Andrés, pero se conoce popularmente como “Casa Botines” debido a las costumbres de los leoneses de la época.
Fotografía: Martíinezld
Así, esta denominación fue designada desde 1834 al negocio de tejidos fundado en la plaza Mayor por el comerciante catalán Juan Homs Botinás, conocido en la ciudad por la versión castellanizada de su apellido, “Botines”. El uso popular del nombre del negocio no cambió ni al ser heredado por su sobrina Teresa Ríu, casada con Simón Fernández, ni al trasladarse al edificio diseñado por Gaudí en la plaza de San Marcelo en 1891. Así que Casa Botines es en realidad el nombre popular de un negocio de tejidos, mundialmente famoso al ser adoptado como nombre del edificio.
Gaudí tenía 39 años cuando inició la obra. El solar mide 2.390,5 metros. Tiene 4 torres. El sótano tenía, originariamente, 28 pilares. La ciudad contaba en el año de su inicio, 1891, con 13.500 habitantes. Y tiene 365 ventanas, 1 por cada día del año.
Un pretexto para la visitala
Este 125 aniversario es un buen pretexto para visitar Botines. Hay dos tipos de visita, la normal y la premium, esta última tiene visita guiada
Fotografía: Casa Botines
En la planta noble el visitante se encuentra con una exposición cronología histórica del edificio “La Casa Fernández y Andrés y la recreación histórica de la tienda de telas de 1893”. Además aquí te puedes encontrar la recreación histórica de la oficina bancaria de 1931.
La segunda planta está dedicada a Gaudí, el arquitecto de los sueños. Espacio expositivo en torno a la vida y la obra del genio del modernismo. Además esta planta está dedicada al modo de vida de la época de Gaudí. Aquí el visitante puede ver una recreación histórica de las viviendas de los Señores Fernández y Andrés (1893).
Fotografía: Martíinezld
La tercera planta la ocupa la colección FUNDOS: “La pintura en el siglo de Gaudí” con obras, entre otros, de Ramón Casas i Carbó, Raimundo de Madrazo, Joaquín Sorolla, José Navarro Llorens, Ignacio Pinazo, Nicanor Piñole, Joaquín Mir Trixet.
El sotabanco en el ático del edificio muestra la antigua sala del Consejo de CajaEspaña y es el acceso al torreón original de 1893.
Y por último la planta sótano esta dedicada a las exposiciones temporales.
El precio de la entrada es de 5 euros la de carácter general mientras que la premium es de 12 euros, ambas ofrecen descuentos para menores de 12 años, mayores de 65 años, estudiantes con carnet oficial y personas en situación de desempleo. Ademas hay entrada gratuita para los niños menores de 7 años, acompañante de invidente, profesores acompañantes de grupo (1 cada 20 personas) y guías turísticos acompañantes de grupo
Fuente y más info: https://www.casabotines.es/
