Versión clásica

La Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro viajó a Covadonga con motivo del décimo tercer centenario de los orígenes del Reino de Asturias precursor del Reino de León

Como en otras ocasiones en las que se habían desplazado a otras partes del territorio peninsular (Santiago, Toledo, Baeza, Oviedo…, en el día de ayer, la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro viajó a Covadonga puesto que una de sus querencias más señaladas es la de mantener el contacto con aquellos lugares vinculados de alguna forma con la realeza leonesa.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

No podemos olvidar, en este sentido, que la Santa Cueva representa para muchos el punto de partida de la Reconquista y que D. Pelayo, para la mayor parte de los historiadores, el primer rey del que se denominaría comúnmente el Asturorum Regnum, con sede, primero en Cangas de Onís, más tarde en Pravia y posteriormente en Oviedo.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Terminada esta aventura histórica del otro lado de las montañas que unen y separan el territorio astur, en la época de Alfonso III el Margo, dicha sede se trasladó a la urbe regia y ciudad imperial León. Así, su hijo mayor, D. García, se coronaría rey de León en el año 910.
La Cofradía, fundada por el Emperador Alfonso VII de León, en 1147, tras la toma de Baeza ha paseado por estos históricos lugares, la réplica del Pendón de dicho nombre que tiene honores de Capitán General de los ejércitos de España, en este caso concreto, ante la expectación del enorme gentío que se encontraba tanto en la Basílica como en la Gruta, puesto que la riada de peregrinos es constante en este año en el que se celebra el centenario de la Coronación canónica de la Santina.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Después de la santa misa, la Imperial Cofradía, como marcan sus antiquísimas reglas para este tipo de cortejos, espada en alto en forma de cruz, se trasladó a la Santa Cueva donde el Abad de la citada cofradía hizo una ofrenda a la Virgen de Covadonga y posteriormente colocó un ramo de flores a los pies de la Señora de las montañas.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Posteriormente hizo lo mismo con una corona de laurel delante de la tumba de D. Pelayo.
La jornada se completó con una visita a la iglesia de Santa Eulalia, además de la pequeña iglesia de la Santa Cruz, en Cangas de Onís, donde, al parecer, estuvo enterrado Favila, el hijo de D. Pelayo, cuya vida segaría un oso.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Dicha pequeña iglesia, según se afirma, el más antiguo templo de los dedicados al culto cristiano edificados en España y que aún permanecen en pie, fue construida sobre un dolmen megalítico con más de 5000 años de antigüedad y serviría para agradecer al cielo la victoria de Covadonga y como custodia de  la que hoy conocemos como “Cruz de la Victoria” de la que queda una réplica puesto que el original se encuentra en la Cámara Santa de Oviedo forrada de oro y piedras preciosas. De obligada visita es, asimismo, el conocido puente de Cangas sobre el río Sella y del que cuelga también una réplica de la cruz equibracial, símbolo que fuera del Reino de los astures y durante buena parte de su historia del propio Reino de León.

 

Intervención del Abad de la Imperial Cofradía ante la Santina

Santísima Virgen de Covadonga, reina y señora de estas montañas y de toda la Asturia, incluso y por extensión, ¿por qué no decirlo? de la Asturia cismontana, de la urbe regia y capital imperial, León, de donde llegamos hoy, como humildes peregrinos en busca de tu regazo protector.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Algunos vienen de mucho más cerca; son nuestros embajadores leoneses en esta Asturia transmontana que soñó, y que hasta vislumbró quizá, por vez primera, una España de nuevo unida.

No pudo ser de otro modo; el horizonte de los deseos se expande desde lo alto de estas gloriosas cumbres, y así, aquellos valientes, recogidos a tu amparo, supieron, con la ayuda del Señor que todo lo puede, rechazar a unos enemigos que representaban otro mundo, otra cultura, otras creencias muy distintas, por cierto, de las que nos han ido configurando como pueblo.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Ese sueño, Madre nuestra, permitidme que así lo recuerde en alta voz, pero sin un ápice de soberbia, se confirmó más tarde, terminada la vigencia del Asturorum regnum, en el Reino de León, sucesor suyo por derecho. Allí, de la mano de nuestros gloriosos reyes, los Ordoños, los Ramiros, los Alfonsos o los Fernandos, y siempre con el apoyo de lo más alto, conseguimos hacer realidad lo que, seguramente, se prometieron a sí mismos y en ello se juramentaron, confiando en tu protección, aquellos valientes seguidores de D. Pelayo, nuestro primer rey, elevado a la más alta dignidad, según cuenta la leyenda, en la leonesa ermita de Corona, en el Real Valle de Valdeón, entre estos mismos picos protectores pero del otro lado del cordal.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

No es caso de hacer ahora una pormenorizada relación de los momentos en los que, a lo largo de los siglos te mostraste pródiga en tus atenciones muy particulares con nuestros antepasados y hasta con nosotros mismos; ya fuera con esta advocación mariana de cuya coronación canónica celebramos jubilosos un centenario ya, y por ello nos felicitamos y te felicitamos Virgencita. Porque, ¿qué decir de nuestra siempre querida y añorada Virgen del Camino, “reina y madre del pueblo leonés”, de ese camino que hizo Europa, de ese camino de la vida, en suma, que todos debemos recorrer al encuentro del Padre?

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

¿O aquel glorioso momento, por citar uno solo, en el que, ante la demanda confiada del Maestre de la Orden de Santiago, otro Pelayo, Pérez Correa, en este caso, hasta detuviste el día para que el ejército cristiano terminara victorioso la batalla?

Así sucedió, en efecto, según relatan las crónicas, allá por el siglo XIII en las tierras de la Extremadura más leonesa.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Pero Señora, así como me sobran argumentos para seguir contando tus favores, así también me falta tiempo para desgranarlos ahora ante vos; solo me queda, entonces, solicitarte humildemente, en nombre de mis hermanos y de aquellos que nos lo han pedido expresamente, sigas cuidando, con el mimo y deferencia que siempre has mostrado, a estos hijos del Santo Isidoro, el que, a través de la fe, dio forma a la Hispania de nuestros antepasados. Desde hace siglos, somos el testimonio viviente de otro de los grandes milagros ocurridos a lo largo de la Reconquista, la toma de Baeza, tras la intervención de nuestro santo particular y del hijo del trueno, el señor Santiago. El hecho aconteció en la gloriosa jornada del 25 de julio de 1147 y desde entonces, por mandato del mismo emperador de toda Hispania, nuestro rey Alfonso VII que nos fundó, paseamos con orgullo este Milagroso e Invicto Pendón testimonio de la aparición del Santo Isidoro en aquel “nido real de gavilanes”.

Fotografía: Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Desde los siglos que nos contemplan y desde el testimonio del amor más sincero, recibe Gran Señora, Santina del alma, de hoy y para siempre, el cariño de estos tus hijos, amigos y miembros de la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro que ya en 1663 se juramentó, en voto de sangre, para defender el dogma de tu inmaculada concepción. Madre, que no nos falte nunca tu protección. Amén.

 

Textos y fotografías: Hermenegildo López y Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro

Fecha de inicio: 10-11-2018

Fecha fín: 10-11-2018

Lugar: covadonga

Covadonga, Asturias, España, 43.31233080000001, -5.059380899999951

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