Versión clásica

Puente medieval de Pedrosa del Rey (Riaño)

Es uno de los pocos puentes y con más historia que existen en la montaña oriental leonesa.

Fotografía: Martínezld

Su origen romano se muestra en muchas de sus labras, reutilizadas desde entonces en las diversas restauraciones que se han llevado a cabo desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Así, aparecen enigmáticas marcas en algunos de sus sillares, a saber: cruces, letras y números romanos.

En uno de los sillares se distingue perfectamente V –I. La mención del puente en el Becerro de Presentaciones, arroja algo de luz en cuanto a la fábrica y antigüedad de la obra.

El Becerro es un parroquial leonés, copiado en la segunda mitad del siglo XV, debido al mal estado del original, que databa del siglo XIII, y en el se hace la siguiente mención “Sant Martino de Pedrosa de la ponte, de Santa Engracia [monasterio de Riaño], tercia al Obispo; dos sueldos de procuración“. El documento cita como existente el puente de Pedrosa en el siglo XIII, y además afirma su importancia en la medida que el pueblo de Pedrosa era conocido por esta obra, paso obligado de la Cañada Real Leonesa desde la baja Edad Media.

Fotografía: Martínezld

El puente fue reconstruido en la Edad Media y en el reinado de los Reyes Católicos, vuelto a reparar en 1720 y 1735 a la vez que el de Siero con ayuda de todos los concejos de la comarca.

En 1914 se repararon los muretes de piedra o pretiles. Los pilares se hallan asentados sobre vigas de madera incorruptibles en el agua. Hoy se encuentra sumergido bajo el embalse de Riaño pero se puede ver aún cuando bajan las aguas en los años de sequía.


Descripción:

Madoz ya dice de este puente en 1845 que era de piedra calar con cuatro ojos, pero realmente tiene tres arcos grandes y cuatro pequeños, uno de los cuales fue cegado al construir la carretera. Hoy, consta de tres bóvedas: la central ojival, y las laterales de cañón.

Fotografía: Martínezld

El arco gótico apuntado que ostenta en la parte central pertenece a una de las restauraciones fechada entre los siglos XIII y XV. Los materiales que lo forman son el sillarejo y la mampostería, menos en las bóvedas; la imposta y pretiles que son de sillería. Aguas arriba, las pilastras presentan un tajamar de forma triangular y otro de forma semicircular.

Aguas abajo, los tajamares son de planta rectangular y escalonada; ambos rematan en un sombrerete también piramidal. Ninguno de los tajamares llega a la altura de la imposta sobre la cual se apoyan los pretiles. La anchura es de unos 4 metros, semejante a la media de muchos de los antiguos caminos conservados desde Cistierna hasta los Picos de Europa.


Grado de protección:

Sin protección específica


Estado:

Sumergido bajo las aguas del embalse de Riaño, conserva buena parte de su estructura.


Carácter de riesgo:

Fotografía: Martínezld

Sus piedras sufren degradación progresiva por la acción del agua bajo la que se encuentra sumergido. Víctima de robo de sillares y de vandalismo por desaprensivos que no encuentran mejor diversión que ir tirando las piedras que van aflorando a la superficie en las épocas en las que baja el nivel del embalse.

 

 

Sección mensual realizada con la colaboración de la Asociación Hispana Nostra

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