El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es la fiesta más popular de Santa Cruz de Tenerife y la más participativa de cuantas se celebran en Canarias. En 1980, tiene la distinción de haber sido declarada oficialmente “Fiesta de Interés Turístico Internacional. y desde 1987, figura en el libro de los Records Guiness con la mayor participación de público, – más de 200 mil personas -, en un baile celebrado en lugar abierto
Santa Cruz vuelve a citarse con su fiesta más grande, aquella que esperan con impaciencia miles y miles de chicharreros y de tinerfeños; aquella que concita el interés de visitantes y turistas; aquella que es seguida al minuto en todo el mundo y, sobre todo, llega la fiesta que nos traslada a todos al universo más divertido y transgresor.
La alegría y los colores inundan las calles y te sientes protagonista de un gran espectáculo improvisado. No hay nada que te impida disfrutar de lo que llevas un año esperando: el Carnaval. La fiesta más emblemática de la isla que lleva siglos contagiando sonrisas y llenando Tenerife de ritmo, purpurina y desenfreno.
Si después de toda una noche de baile y diversión todavía te quedan fuerzas para disfrutar de la otra cara del Carnaval: la fiesta de día. Grupos de amigos y familias enteras caminan a tu lado y con su mejor disfraz en busca de un escenario, una batucada u otro grupo de carnavaleros. Se mezcla a la luz del día gente de todas las edades y procedencias, con la única intención de pasarlo bien y aprovechar cada segundo del Carnaval.
El fin de semana posterior al entierro simbólico del Carnaval, el viernes y sábado de piñata, brinda a los carnavaleros la oportunidad de quemar los últimos cartuchos de risa y diversión.
En estas noches, como las que se vivieron al comienza de esta semana de Carnaval, se reviven las preparaciones del disfraz y del maquillaje, los encuentros con amigos, los bailes interminables y las amanecidas.
Sin embargo, la fiesta no es sólo nocturna. Desde hace unos años, se celebra desde el mediodía del sábado el Carnaval de Día, que llena las calles del centro de personas de todas las edades y hasta familias enteras, que salen juntas a disfrutar de una fiesta para todos.
Las actuaciones musicales en directo en los distintos escenarios (como el de la Plaza del Príncipe, la Plaza de la Candelaria o la Calle Castillo), las comparsas y agrupaciones que recorren las calles de la ciudad con sus batucadas o el colorido y la sonrisa de los carnavaleros, hacende esta fiesta un multitudinario baile de disfraces que congrega cada año a decenas de miles de personas.
