Esta zona, ubicada al noreste de la provincia de León, sorprenderá al visitante ávido de fusionar naturaleza y cultura, con cuatro tentadores museos.
Aunque León es naturaleza en estado puro –no en vano es la provincia española con mayor número de Reservas de la Biosfera, siete– también atesora un gran patrimonio cultural que se une en perfecta simbiosis en cada uno de sus territorios.
Es el caso de la Montaña Oriental Leonesa, marcada por el pastoreo y la trashumancia. Allí, sus dos grandes referentes turísticos –el Parque Nacional de Picos de Europa y el embalse de Riaño– tienen el perfecto complemento de cuatro museos que ponen en valor la fauna salvaje, la minería, el ferrocarril y la etnografía.
Sumergirse en el interior de cada uno de ellos es también inhalar la esencia histórico-cultural de una provincia que atrapa y seduce a todo aquel que se deja tentar por ella
1–Museo de la Fauna Salvaje (Valdehuesa)
Enclavado en un brazo del gran pantano del Río Porma y rodeado de robledales, hayedos y grandes montañas calizas, es uno de los mejores del mundo en su género no en vano están representadas las principales especies salvajes de los cinco continentes.
Una auténtica ‘vuelta al mundo’ a través de su fascinante fauna, repartida en una veintena de salas. Desde la Región Ártica americana (osos polares, focas, morsas), a la Selva Africana (gorilas), pasando por el Himalaya asiático (leopardo de las nieves, pantera negra)… o la sala dedicada al león, rey de la selva. El Museo se complementa con un Parque Zoológico de unas 30 hectáreas donde –en recorridos guiados en todoterreno, por un camino de unos 3 kms– pueden verse, en un precioso robledal, hasta un centenar de diferentes animales en semi-libertad. Ciervos, corzos, gamos, jabalís, lobos ibéricos, muflones… o el majestuoso bisonte europeo harán las delicias, sobre todo, de las familias con niños. El museo cuenta también con cafetería, tienda y sala de audiovisuales.
2–Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (Sabero)
Es el que mejor refleja la importancia de estas dos grandes industrias en el desarrollo histórico de la Comunidad.
Está ubicado en la antigua Ferrería de San Blas (siglo XIX) que ocupa la principal de sus 4 áreas. Una impresionante nave neogótica que acoge la primera ferrería de España en emplear altos hornos alimentados por carbón mineral (cok) y que albergó las primeras máquinas de vapor de la provincia. Las otras áreas son ‘Valle de Sabero en el pasado’, ‘Altos Hornos’ y ‘La cuenca minera de Sabero’. También tiene un taller de ajuste, una farmacia y espacio dedicado a iluminación minera.
Esta experiencia museística en Sabero puede complementarse también con la visita a los pozos mineros La Herrera I y II, y con un paseo por la ‘Ruta de las minas’. Un panel informativo en la plaza de San Blas, a las puertas del museo, indica este paseo que permite admirar lugares como la ermita de San Blas, la Fuente de la Muela, el Roblón de la Plata (gigante de 17 m y 8 de perímetro), la cueva del Trigal, la mina de La Plata y un mirador de estructura metálica, para continuar de regreso por la mina Mariate, la mina Imponderable y, como guinda, un puente colgante sobre el río Esla. Consta de 9 km y puede realizarse en unas 3 horas.
3–Museo del Ferroviario (Cistierna)
Está ubicado en el antiguo economato del Ferrocarril de La Robla-Bilbao, línea inaugurada en 1894 y que convirtió a Cistierna en una de las estaciones preferentes de la misma. Este museo cuenta con tres salas, espacios recreados y maquinaria original.
La primera alberga objetos de la vida de los trabajadores (gorras, ollas, briquetas, oficina del jefe de estación…). La segunda es una Sala de Audiovisuales con una proyección que resume los más de 100 años del Ferrocarril Hullero. Y la tercera es un taller, con maquinaria de la época. Desde Cistierna vale la pena realizar la ruta senderista que conduce hasta la ermita rupestre de San Guillermo–patrón del pueblo– en el interior de una gruta de Peñacorada; y admirar luego su mirador panorámico.
4-Museo Etnográfico (Riaño)
Inaugurado en 2004 y estructurado en tres plantas, recrea las actividades que formaban parte de la vida cotidiana de sus antepasados. Para ello, se construyeron diversas escenas como la Casa del Humo, la Herrería, la Escuela, o el Corredor, entre otras.
Está dividido por áreas y épocas históricas, con paneles explicativos. Un reencuentro con la historia y un homenaje a los 9 pueblos desaparecidos por la construcción del embalse de Riaño, en 1987. . Riaño es también punto de partida de un espectacular paseo en barco por los llamados ‘fiordos leoneses’, un desfiladero rodeado de bellísimas montañas a lo largo de varios kilómetros. El embalse permite también la práctica de actividades acuáticas como kayak, piragüismo o paddle surf. Y como guinda, todo un ritual: balancearse en el ‘Columpio de Riaño’, el más grande de España con sus 8 metros de altura y ubicado a más de 1.200 metros de altitud, con impresionantes vistas panorámicas. ¡Inolvidable!