Entre las actividades destacadas del fin de semana se encuentran la paellada popular, concursos de disfraces, torneos de bolos, beerpong, juegos infantiles, cine, música en directo y sesiones de discoteca móvil hasta bien entrada la madrugada.
El pueblo de Remolina celebra del 18 al 25 de julio, sus tradicionales fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, una cita muy esperada por vecinos y visitantes que combina actos religiosos, actividades culturales y propuestas lúdicas para todas las edades.

Fotografía: Miguel Ángel Álvarez Alonso
Los festejos comenzaron ayer viernes 18 con el engalanamiento de calles, el pregón de fiestas y la apertura del chiringuito “La Bolera”, que permanecerá operativo hasta el miércoles 23. Entre las actividades destacadas del fin de semana se encuentran la paellada popular, concursos de disfraces, torneos de bolos, beerpong, juegos infantiles, cine, música en directo y sesiones de discoteca móvil hasta bien entrada la madrugada.

Fotografía: José Antonio Fernández Fernández
El martes 22 de julio será el día grande de las celebraciones. Las mozas prepararán a la patrona para la solemne misa en honor a Santa María Magdalena, que tendrá lugar a las 12:00 h. Al finalizar la ceremonia, en torno a las 13:00 h, la Junta Vecinal ofrecerá un vino para todos los asistentes en la zona de “La Bolera”, junto a la iglesia. Será un momento especial de encuentro y convivencia vecinal, acompañado por un tapeo en las Escuelas.
Durante la jornada del martes también habrá actividades para los más pequeños, hinchables y pintacaras, torneo de mus, orquesta, bingo y entrega de premios. Las fiestas concluirán el miércoles con una misa de difuntos, baile vermouth y nueva sesión de música en la bolera.
Por último, el viernes 25 se celebrará una misa y una cena popular con chanfaina y cordero para todo el pueblo en el prado de Santiago, como broche final a una intensa semana festiva.
Desde la Junta Vecinal de Remolina se invita a todos los vecinos y visitantes a participar en las celebraciones y a disfrutar de unas fiestas cargadas de tradición, buen ambiente y alegría compartida.





