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El proyecto ‘La base y la cruz’ ha sido elegido ganador del concurso internacional para resignificar el Valle de Cuelgamuros, antiguo Valle de los Caídos

El jurado del Concurso Internacional de ideas para la resignificación del Valle de Cuelgamuros anunció el proyecto ganador ayer martes en La Casa de la Arquitectura. El jurado ha seleccionado por unanimidad esta propuesta.

valle de cuelgamuros

Fotografía: Martínezld

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Pereda Pérez Arquitectos y Lignum S.L.,  han sido los ganadores del Concurso Internacional de Ideas para el Memorial de Cuelgamuros con el proyecto ‘La base y la cruz’. El jurado, presidido por Iñaqui Carnicero, Doctor Arquitecto y  Secretario General de Agenda Urbana Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

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Fotografía: MIVAU

valle de cuelgamuros El jurado ha seleccionado por unanimidad esta propuesta. En palabras de Carnicero, esta propuesta destaca por «proponer una nueva visión del conjunto monumental, creando un lugar de encuentro y diálogo». «Se trata de un nuevo umbral que rompe con el eje vertical construido durante la dictadura para hacerlo horizontal y democrático».

Este proyecto propone una nueva visión del conjunto monumental; se busca la discreción ante el paisaje, sin dudar ante la transformación clara del entorno. La intervención se ordena en torno a dos elementos principales: una nueva plataforma y un patio que la atraviesa.

La basílica seguirá abierta al culto, con cambios interiores limitados a algunos paneles para resignificar el espacio También se mantendrá la gran cruz de piedra de 150 metros que corona el monumento.

Este concurso de ideas está inspirado en intervenciones de referencia en el contexto internacional, como el Memorial al Holocausto de Berlín diseñado por Peter Eisenman y Buro Happold. Al igual que en el caso berlinés, la arquitectura se convierte aquí en una herramienta al servicio de la conciliación y la memoria colectiva, capaz de transformar lugares marcados por la historia en escenarios de aprendizaje, encuentro y proyección hacia el futuro.

El concurso ha contado con gran participación: 34 propuestas de algunos de los mejores estudios de todo el mundo. El jurado ha estado compuesto por personalidades de reconocido prestigio, como David Chipperfield, ganador del premio Pritzker, Fuensanta Nieto o María Langarita.

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Fotografía: MIVAU

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¿En qué consiste el concurso?

Se trata de un concurso internacional que tiene por objeto la selección de una propuesta para el Memorial en Cuelgamuros, mediante el desarrollo de una actuación en clave artística, arquitectónica y paisajística sobre el conjunto monumental y su entorno inmediato que contribuya al proceso de resignificación.

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Fotografía: MIVAU

La finalidad del concurso consiste generar un cambio en la percepción colectiva del lugar mediante la capacidad de impacto cultural, artístico, tecnológico o social de las propuestas, dirigidas, principalmente, a la reactivación funcional y social del entorno. En este sentido, el concurso persigue la transformación del conjunto en un lugar de memoria, reconocimiento, conmemoración y homenaje, en consonancia con los principios de memoria democrática y de la mano de los Derechos Humanos y de la Justicia Universal.

Las propuestas deberán garantizar la sensibilidad, el respeto y la innovación, con un enfoque inclusivo y homologable a los proyectos de resignificación semejantes más avanzados a nivel europeo e internacional. Se valorará especialmente la incorporación de soluciones novedosas y alejadas de planteamientos conmemorativos tradicionales ya superados.

La materialización de las propuestas será libre. Garantizarán la asimilación de los elementos monumentales y de gran impacto perceptivo, la integración en el conjunto arquitectónico y el respeto hacia el patrimonio construido y natural existente.

¿Cuál es el ámbito de actuación?

Mirador de la Cruz

El proyecto de la gran Cruz monumental corresponde a Diego Méndez, quien sustituyó a Pedro Muguruza en la dirección de las obras a partir del año 1950. Tiene una altura 150 metros desde la base hasta su cima y se erige en la parte más elevada del Risco de la Nava -cuya elevación alcanza también los 150 metros- en la vertical del crucero de la Basílica. Compositivamente consta de tres partes principales: el basamento, donde se ubican las figuras de los cuatro Evangelistas, un plinto de menor tamaño, en cuyos ángulos se sitúan las estatuas de las Virtudes Cardinales, y, finalmente, el fuste de la Cruz propiamente dicha. Está construida con estructura mixta de acero laminado y hormigón y chapado exterior de piedra de granito.

Basílica

La Basílica constituye una gran cripta sepulcral horadada en la roca granítica del Risco de la Nava. Se trata de una iglesia subterránea que tiene una longitud aproximada de 272 metros. Por su parte, las dimensiones de la sección transversal del vestíbulo y del atrio alcanzan los 11 x 11 metros, mientras que las de la nave y del crucero ascienden a 22 x 22 metros. La nave principal se cierra superiormente con una bóveda de cañón dividida en cuatro tramos separados entre sí por arcos fajones.

Exedra

La entrada a la Basílica se encuentra flanqueada por una arquería integrada por veinte arcos de línea clásica, cuyo primer tramo adopta un desarrollo en forma de Exedra, extendiéndose simétricamente a ambos lados de la puerta de acceso, donde converge el ámbito de la gran Explanada. El primer proyecto de la Exedra fue obra de Pedro Muguruza y tenía un desarrollo asimétrico. Posteriormente, Diego Méndez transformó la exedra realizando una arquería para dotarla del fondo necesario. Este proyecto se aprobó en el año 1958 y quedó terminado el día de su inauguración, el 1 de abril de 1959.

Explanada

La gran Explanada tiene una superficie total de 30.600 m² y cuenta con pavimento de piedra. Se organiza a distintos niveles en sucesivas terrazas. Se accede por una escalinata, de 100 m de anchura, con dos tramos de diez peldaños cada uno que simbolizan los diez mandamientos. El segundo tramo, flanqueado a derecha e izquierda por pretiles, desemboca en la alta terraza, configurado como un amplio espacio rectangular. Finalmente, una escalera formada por 15 peldaños, de 73 metros de longitud, permite alcanzar la cota de acceso a la Basílica. La gran explanada fue construida con parte del material procedente del vaciado de la Basílica.

Mas info: https://www.mivau.gob.es

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