El cocinero navarro Iban Garin, del restaurante BiEnara, en Estella-Lizarra, se alzó este sábado 15 de noviembre con el título de Chef Medieval 2025 gracias a su propuesta ‘Arima

Primer premio: Arima-Alma, del restaurante BiEnara de Estella-Lizarra
Almazán se ha convertido este fin de semana en el epicentro de la gastronomía histórica con la celebración del XVII Concurso Internacional de Pinchos y Tapas Medievales.
El certamen, organizado por la Red de Ciudades y Villas Medievales, ha reunido a los chefs ganadores de los concursos locales de sus respectivas villas, que han defendido los sabores y productos de su tierra con creaciones que excluyen ingredientes posteriores al descubrimiento de América. Los chefs tienen prohibido emplear cualquier producto que llegara a Europa tras el descubrimiento de América. Esto significa que no pueden utilizar alimentos tan comunes hoy en día como la patata, el tomate o el pimiento.
Siete cocineros de España y Portugal han medido su ingenio en los fogones de Almazán. Cada uno de ellos llegó a esta final tras haberse proclamado vencedor en su certamen local.

Segundo premio: Delicias del bufón”, Gorka Irisarri de Gastroteka Danontzat (Hondarribia)
Arima-Alma es la mejor tapa medieval
El cocinero navarro Iban Garin, del restaurante BiEnara, en Estella-Lizarra, se alzó este sábado 15 de noviembre con el título de Chef Medieval 2025 gracias a su propuesta ‘Arima’, un bocado que conquistó al jurado por su técnica, su relato y su cuidada ejecución.

Galardón a la Originalidad fue para Julia Medrano, con “La vida es un carnaval” del Hotel Villa de Almazán
Gorka Irisarri, de Gastroteka Danontzat (Hondarribia), obtuvo el segundo premio con sus ‘Delicias del bufón’, mientras que el galardón a la Originalidad fue para la veterana Julia Medrano, del Hotel Villa de Almazán, que a sus 81 años logró por primera vez el ansiado reconocimiento internacional. La jornada estuvo marcada por la hermandad entre cocineros, el gran ambiente en la villa soriana y el éxito de la Ruta del Pincho Medieval, que prevé rozar las 2.500 tapas.
‘Arima’ —“alma” en euskera— fue también la esencia del certamen. La tapa, un homenaje a Jesús Garín, padre del chef fallecido hace un año, construyó un discurso culinario a través del conejo a la brasa y confitado, duxelle de portobello y trufa, papada ibérica ahumada, pasta filo crujiente, chutney de higo negro y un cremoso de remolacha. “Estoy muy emocionado. Llevarme el trofeo para Estella-Lizarra es enorme para mí”, dijo Garin. “Este pincho se lo dedico a mi padre… y a mi familia, que siempre está conmigo”.
El jurado valoró “la coherencia total entre historia, sabor y verosimilitud”, según explicó su portavoz, Ángel Manzano. La alcaldesa de Estella-Lizarra, Marta Ruiz de Alda, destacó que Garin “ha brillado con un trabajo impecable”.
La ovación más emotiva del día fue para Julia Medrano. Su tapa ‘La vida es un carnaval’, elaborada con bogavante, bacalao al pilpil, brotes de cebolla, emulsión de vino y setas locales, le valió el premio a la Originalidad. “Puede que sea mi última vez… o puede que no. Mientras tenga fuerzas, seguiré cocinando y representando a Almazán”, afirmó entre aplausos esta adnamantina de corazón culinario, pero que también lleva a gala ser navarra, de San Adrián, de nacimiento.
El alcalde de Almazán, Jesús Cedazo, quiso rendirle un homenaje público. “Julia es un ejemplo para todos. Representa el alma de este concurso y el alma de Almazán. Su constancia, su cariño y su amor por esta villa merecían este reconocimiento”, señaló.
La teniente de alcalde de Hondarribia, Estitxu Urtizberea, en representación de la presidencia de la Red de Ciudades y Villas Medievales, subrayó el valor cultural del certamen. “Este concurso demuestra que nuestras cocinas son embajadoras de nuestra historia. Aquí todos hablan un mismo lenguaje culinario, un lenguaje que mezcla territorio, tradición y creatividad. Almazán ha sido un escenario excepcional y esta edición confirma que la Red vive uno de sus mejores momentos”, señaló.
Además de Garin, Irisarri y Medrano, participaron Cristian Solana (Laguardia), Rubén Urbano (Sigüenza), Trinidad Sánchez (Valencia de Alcántara) y José Mário Magalhães (Marvão), todos ellos reconocidos con su diploma y la chaquetilla oficial de la Red.
El XVII Concurso Internacional del Pincho Medieval dejó una edición memorable, con un nivel extraordinario y un ambiente que volvió a demostrar que, cuando la historia se sirve en formato de pincho, el sabor del pasado se vuelve inolvidable.
Los participantes de esta decimoséptima edición
- Gorka Irisarri, del restaurante Danonzat (Hondarribia, Gipuzkoa).
- Cristian Solana, del restaurante El Puntido (Laguardia, Álava).
- Iban Garín, del restaurante Bienara (Estella-Lizarra, Navarra).
- Rubén Urbano, del Bar Restaurante El Fogaril (Sigüenza, Guadalajara).
- Trinidad Sánchez, del Bar La Terraza (Valencia de Alcántara, Cáceres).
- José Mário Magalhães, del restaurante A Adega (Marvão, Portugal).
- El representante local del Hotel Villa de Almazán, que competirá en casa.





