A Camarmeña se puede acceder por una serpenteante (literalmente) carretera o, mucho más recomendablemente, subiendo por el paseo entre hayas, fresnos y otros ejemplos de frondoso bosque atlántico.

Fotografía: Rodrigo Lombraña
Punto final del agua prestado por el río Cares en Valdeón que se lanza en caída hasta Poncebos, Camarmeña es lugar imprescindible por sus vistas.
Desde sus miradores, se puede admirar la verticalidad del Desfiladero del Cares (a la derecha) el angosto valle del Duje hasta Sotres (izquierda) y la canal del Texu, acceso natural a la aldea de Bulnes antes de la construcción del funicular en 2021 (de frente). Al fondo además, en un encaje ideal de valles y canales, se permite ver como el Picu, el Urriellu o Naranjo, preside buena parte del macizo de los Urrielles, el Central, que abrazan las aguas de los ríos antes mencionados.
A Camarmeña se puede acceder por una serpenteante (literalmente) carretera o, mucho más recomendablemente, subiendo por el paseo entre hayas, fresnos y otros ejemplos de frondoso bosque atlántico. En cualquier caso, en el chigre La Fuentina, se puede recuperar lo gastado con un buen ejemplo de gastronomía asturiana.





