Villar del Buey es un lugar típico y de obligada parada si quieres conocer las tradiciones y costumbres de la comarca de Sayago
Villar del Buey se encuentra en el suroeste de la provincia de Zamora, a unos 43 kilómetros de la capital, 75 kilómetros de Salamanca y 28 kilómetros de Miranda do Douro, frontera con Portugal.
La biodiversidad de su término municipal ha sido protegida por la Unesco con la figura de reserva de la biosfera transfronteriza bajo la denominación de Meseta Ibérica, por la Unión Europea con la Red Natura 2000 y por la comunidad autónoma de Castilla y León con la figura de parque natural, en estas dos últimas bajo la denominación de Arribes del Duero. La triple protección de este espacio natural busca preservar sus valores naturales, de gran valor paisajístico y faunístico, en el que destaca la presencia de aves como el buitre leonado, la cigüeña negra, el halcón peregrino, el alimoche, la chova piquirroja, el búho real, el águila real y el águila perdicera.[5] Además, la notable conservación de este territorio le ha convertido en las últimas décadas en un punto de referencia del turismo de naturaleza.
Que ver
El vecindario, en su mayoría, ha respetado la construcción tradicional. En general, sus casas aún presentan la estructura y elementos tradicionales de la casa sayaguesa, con sus suelos de lanchas de piedra, la prezacasa y la cocina con chimenea de campana. El recorrido por sus calles, el paseo por entre sus cortinas y arboledas permitirán al visitante llegar a olvidar el tiempo. Destacan los siguientes inmuebles:

Fotografía: Wikipedia/Estevoaei
Iglesia parroquial de Santa Marina es un esbelto y amplio templo de sillería y mampostería de granito, reconstruido en 1775. Cuenta con una elevada torre cuadrada a la que se accede por una escalera de caracol y airosos arcos góticos de crucería. En ella se puede admirar un crucificado de principios del siglo XIV y a Nuestra Señora La Blanca del siglo XIV y pintural murales del siglo XVI.
Portaladas en diversas casas del pueblo, construidas a principios del siglo XX por indianos.
Potros que en su día dieron servicio a la comunidad, sujetando los caballos, burros o incluso vacas para facilitar que se les pueda herrar o curar.
Molinos harineros de agua que se construyeron en el mismo cauce de la rivera, a fin de utilizar la fuerza de la corriente.
Ermita de la Santa Cruz, situada cerca del embalse y del desaparecido Argusino, fue construido por sus antiguos vecinos y descendientes. En ella se celebra una romería el primer domingo de mayo.





