Zamora dio la bienvenida ayer a la décima edición del Z! Live con una jornada inaugural que no dejó indiferente a nadie y Dream Theater a la cabeza.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
La ciudad, convertida en el Templo del Metal europeo, vibró con una organización impecable y un cartel que combinó leyendas internacionales con talento emergente. Desde los acústicos matutinos en las calles hasta los últimos riffs en el Recinto Ferial IFEZA, la primera jornada del festival fue un despliegue de energía, pasión y calidad que situó al Z! Live en el Olimpo de los grandes festivales del género, no solo en España, sino en toda Europa. A continuación, desgranamos un día que marcó el tono para una edición histórica.
Fotografía: Z! Live
Acústicos en la Plaza del Maestro: Salduie y Ciconia encienden la mañana
La jornada arrancó temprano en la Plaza del Maestro, donde los acústicos matutinos llevaron el espíritu del Z! Live al corazón de Zamora. Salduie, los zaragozanos maestros del folk metal celtibérico, abrieron la mañana con un set íntimo que mezcló la épica de sus temas con la calidez de los instrumentos tradicionales. Formados en 2010, sonaron en un ambiente festivo, sorprendiendo tanto a los fans como a los vecinos de Zamora que se acercaron curiosos.
Le siguió Ciconia, la banda vallisoletana de rock progresivo instrumental, que cautivó con su propuesta atmosférica y técnica. Formados en 2011, su estilo evocador, con pasajes de su reciente Mermithergate, creó una conexión especial con el público. El buen rollo en la plaza, con metaleros y locales compartiendo cervezas bajo el sol, fue el preludio perfecto para la tormenta sónica que aguardaba en el IFEZA.
Fotografía: Z! Live
After Lapse y Vola: el calentamiento en el IFEZA
Con las puertas del Recinto Ferial IFEZA abiertas, la magia del Z! Live se desató en el Silver Stage con After Lapse, una banda emergente española que abrió el festival con su metal alternativo cargado de melodías envolventes. Su directo, fresco y lleno de energía, fue el entrante ideal para un público que comenzaba a llenar el recinto, ansioso por la maratón metálica que se avecinaba.
Más tarde, el Copper Stage dio paso a Vola, los daneses que fusionan rock progresivo y toques electrónicos. Originarios de Copenhague y formados en 2006, Vola ofrecieron un show hipnótico. Su capacidad para alternar pasajes melódicos con riffs pesados calentó el ambiente, preparando al público para la intensidad que vendría después.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
Kissin’ Dynamite: Glam Metal con magia
El Silver Stage se llenó de brillo y actitud con Kissin’ Dynamite, la banda alemana que trajo su glam metal ochentero al Z! Live. Formados en Reutlingen en 2007, liderados por el carismático Hannes Braun, los teutones conectaron con el público de forma mágica desde el primer acorde. Desataron cánticos y bailes, con su estética colorida y su energía contagiosa convirtiendo el recinto en una fiesta. Kissin’ Dynamite demostró por qué son una de las bandas más queridas del género, dejando al público con una sonrisa imborrable.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
Nile: brutalidad desde Carolina del Sur
El Copper Stage se oscureció con Nile, los jefazos del death metal técnico procedentes de Greenville, Carolina del Sur. Formados en 1993, Nile descargaron un directo brutal que combinó la complejidad de su estilo con una intensidad avasalladora. Liderados por Karl Sanders, sonaron como un ritual egipcio en el IFEZA. Su precisión quirúrgica y atmósferas oscuras engancharon a los fans del metal extremo, que respondieron con pogos y headbanging sin tregua.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
Exodus: Thrash Metal implacable
El Silver Stage tembló con Exodus, una de las bandas más esperadas de la noche y auténticos pilares del thrash metal. Originarios de la Bay Area de San Francisco y formados en 1979, los liderados por Steve “Zetro” Souza ofrecieron un concierto que no defraudó. Desataron el caos en el recinto, con un público que saltó y vibró hasta la extenuación. Su «Persona Non Grata» también tuvo su momento, consolidando a Exodus como una máquina de thrash que sigue tan vigente como en sus inicios. La energía desbordante de los asistentes fue un reflejo del poder de esta leyenda viva.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
Meshuggah: Complejidad sónica
El Copper Stage sirvió un “plato fuerte” con Meshuggah, los suecos pioneros del djent y el metal progresivo extremo. Formados en Umeå en 1987, Meshuggah transformaron el IFEZA en un laboratorio de polirritmias y atmósferas opresivas. Con Jens Kidman al frente, desafiaron al público con su complejidad técnica y su intensidad visceral. Su directo, una experiencia casi hipnótica, fue el contrapunto perfecto para la jornada, demostrando por qué Meshuggah son una referencia indiscutible en el metal moderno.
Fotografía: Juanje de la Iglesia
Dream Theater: la cima del Metal Progresivo
El Silver Stage acogió uno de los momentos más esperados del festival: Dream Theater, los reyes del metal progresivo. Procedentes de Boston, Massachusetts, y formados en 1985, la banda llegaba a Zamora con una de sus dos únicas paradas en España en su gira de reunión con el batería Mike Portnoy. El quinteto, liderado por John Petrucci y James LaBrie, ofreció un espectáculo que dejó al público con la boca abierta, creando un viaje sonoro que combinó virtuosismo, emoción y una producción impecable. Sin duda, uno de los puntos álgidos de la jornada.
Fotografía: Z! Live
Rotting Christ y Vita Imana: un cierre explosivo
El Copper Stage se sumergió en la oscuridad con Rotting Christ, los griegos pioneros del black metal melódico. Formados en Atenas en 1987, liderados por Sakis Tolis, la banda ofreció un directo cargado de atmósfera y potencia. Su mezcla de black metal con toques góticos y épicos mantuvo al público en trance, cerrando su set con una intensidad que resonó en el recinto.
El broche final llegó en el Silver Stage con Vita Imana, la banda madrileña que fusiona groove metal, metalcore y ritmos tribales. Formados en 2005, Vita Imana despidieron la jornada con un show arrollador. Su energía visceral y su conexión con el público fueron el cierre perfecto para una noche que dejó claro que el Z! Live 2025 iba a ser inolvidable.
Fotografía: Z! Live
Un arranque que marca el ritmo
La primera jornada del Z! Live fue un éxito rotundo, con una organización que brilló por su precisión y un cartel que abarcó desde el glam de Kissin’ Dynamite hasta el death metal de Nile, el thrash de Exodus, el progresivo de Dream Theater y Meshuggah, y el groove de Vita Imana. Los acústicos en la Plaza del Maestro y la atmósfera en el IFEZA, con un público entregado y una Zamora volcada con el festival, consolidaron al Z! Live como un referente europeo. Con dos jornadas más por delante, el “Templo del Metal” promete emociones aún mayores. ¡Apenas era el comienzo!
