Corrigiendo y corrigiendo, el nido de Quintanilla se ha convertido en el mayor ejemplo de estas pajareras que se conocen en la región.

Fotografía: Rodrigo Pascual
Al lado de la carretera que une Lerma con Covarrubias, poco antes de alcanzar la localidad de Quintanilla del Agua, se encuentra este nido de cigüeñas que se está convirtiendo en viral. Su particularidad es, aparte de su gran tamaño y peso (podría tener una masa superior a la tonelada), el equilibrio que hace en esta torre de pisa a la castellana.
Y es que, la construcción en la que las zancudas decidieron instalarse hace varias décadas (“toda la vida allí” según algunos lugareños), se va hundiendo por el pozo adyacente. Sin embargo, este peligro no hace mella en las inquilinas que, año a año lo corrijen, manteniendo su vertical en perfecta sintonía con la, cada vez mayor, inclinación de la edificación.
Corrigiendo y corrigiendo, el nido de Quintanilla se ha convertido en el mayor ejemplo de estas pajareras que se conocen en la región.