Versión clásica

Inaugurada en el Palacio del Conde Luna una exposición sobre ‘Los Decreta. León 1188’

La muestra, de la Concejalía de Acción y Promoción Cultural, está formada por 19 paneles explicativos y varios expositores con documentos facsímiles que permitirán al visitante conocer mejor los motivos por los que León es Cuna del Parlamentarismo

exposición de los Decreta

.

León es la Cuna del Parlamentarismo, el lugar donde se celebró la primera reunión documentada de unas Cortes con presencia del pueblo a finales del siglo XII bajo el reinado de Alfonso IX. De aquella Curia Regia celebrada en el Claustro de la Basílica de San Isidoro salió un conjunto normativo, los Decreta, que se consideran el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo.

exposición de los Decreta

Fotografía: Ayto. de León

exposición de los DecretaPara difundir su importancia, la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León ha desarrollado una exposición, ‘Los Decreta. León,1188’, en el Palacio del Conde Luna. “Con los Decreta quedó probado que en el Reino de León se logró una inclusión social muy temprana: las citadas Cortes de 1188 anteceden en 27 años a la afamada Carta Magna de Juan sin Tierra de 1215, y en 77 años al primer parlamento inglés (1265)”, explica Elena Aguado, concejala de Acción y Promoción Cultural haciendo hincapié en la importancia de difundir estos importantes documentos.

exposición de los Decreta

Ordoño II preside la exposición en lugar de Alfonso IX que se encuentra ubicado en un lateral. Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

La exposición ‘Los Decreta. León,1188’, que ya está abierta al público, está conformada por 19 paneles explicativos y varias vitrinas con facsímiles. Entre ellos, no solo figuran los Decreta sino otros muchos documentos municipales solemnes que forman parte del rico fondo documental del Archivo Histórico Municipal de León como son documentos concejiles, cartas puebla, fueros o privilegios.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

A partir del panel 7 se presenta el corpus legislativo de los cinco Decreta, con su descripción física, de contenido, y la información de los archivos donde se conservan. A partir del panel 13 se puede observar en otros documentos una secuencia, que va del siglo XIII al XIX, donde aparece la idea de Cortes cuyo origen reside en 1188 con Alfonso IX.

La exposición dispone de códigos QR que ofrecen los contenidos en inglés y en francés; también de trípticos explicativos acerca de los lugares de la ciudad donde se pueden obtener datos sobre ‘León, Cuna del Parlamentarismo’, un título que la Unesco otorgó a León en 2013.

Además, en el Palacio del Conde Luna hay una sala dedicada al Fuero de León en la planta superior, un espacio en el que el visitante puede contemplar paneles explicativos de la importancia del Reino de León, la figura de Alfonso V ‘Rey de los Buenos Fueros’ y la difusión que tuvo el Fuero de León.

“No podemos olvidar la grandeza del Reino de León a lo largo de la historia, por ello, es nuestra obligación difundirla y acercarla a la ciudadanía porque forma parte de nuestro patrimonio”, incide Elena Aguado.

La exposición permanecerá abierta de lunes a viernes de 10:00 a 21:00 horas, siendo la última entrada al Palacio del Conde Luna a las 20:30 horas. Los sábados él horario de apertura es de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas y los domingos, de 10:00 a 14:00 horas.

Fotografía: Martínezld

.

Los Decreta de León de 1188. 

Decretos que don Alfonso, rey de León y de Galicia, estableció en la curia de León con el arzobispo de Compostela y con todos los obispos y magnates y también con los ciudadanos elegidos de su reino.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

I. En el nombre de Dios. Yo don Alfonso, rey de León y de Galicia, habiendo alebrado curia en León, con el arzobispo y los obispos y los magnates de mi reino y con los ciudadanos elegidos de cada una de las ciudades, establecí y confirmé bajo juramento que a todos los de mi reino, tanto clérigos como laicos, les respetaría las buenas costumbres que tienen establecidas por mis

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

II. Dispuse y juré que si alguien me hiciera o presentara delación de alguno, sin tardanza daré a conocer el delator al delatado; y si no pudiere probar la delación que hizo en mi curia, sufra la pena que debiera sufrir el delatado, en caso de que la delación hubiere sido probada.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

III. Juré también que, por la delación que se me haga de alguien o por mal que se diga de él, nunca le causaré mal o daño en su persona o bienes, hasta citarlo por carta para que responda ante la justicia en mi curia en la forma que mi curia mande; y si no se probare, el que hizo la delación sufra la pena sobredicha y pague, además, los gastos que hizo el delatado en ir y volver.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

IV. Prometí también que no haré guerra ni paz ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos, por cuyo consejo debo regirme.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

V. Establecí también que ni yo ni otro de mi reino destruya la casa o invada a tale las viñas y los árboles de otro, más el que recibe agravio de alguien, que me presente a mí la queja o al señor de la tierra o a los justicias nombrados por mí o por el obispo o por el señor de la tierra; y si el que es objeto de queja quisiera presentar fiador o dar prendas en garantía de que estará a derecho conforme a su fuero, no sufra daño alguno; y si no quisiere hacerlo, el señor de la tierra y los justicias le obliguen, como es justo; y si el señor de la tierra o los justicias no quisieren hacerlo, presénteme denuncia con el testimonio del obispo y de los hombres buenos, y yo le haré justicia.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

VI. Prohíbo también firmemente que ninguno lleve a cabo asonadas en mi reino, sino que demande justicia ante mí, según se ha dicho más arriba. Y si alguien hiciere asonada [pague] un daño doble del que me haya causado a mí; y pierda mi benevolencia, beneficio y tierra si de mi parte poseyera alguna.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

VII. Establecí también que ninguno se atreva a ocupar violentamente cosa alguna ya sea mueble o inmueble que estuviere en posesión de otro. Y si esto hiciere, restituya el doble al que sufrió violencia.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

VIII. Establecí también que ninguno prende a no ser por medio de los justicias o los alcaldes puestos por mi; y ellos y los señores de la tierra hagan cumplir fielmente el derecho en las ciudades y en los alfoces a los que lo buscan. Y si alguien prendare de otra forma sea castigado como violento invasor. Del mismo modo [sea castigado] quien prendase bueyes o vacas destinadas a la labranza, o lo que el aldeano tuviese consigo en el campo, o a la persona del aldeano. Y si alguien prendase o se apoderase de las cosas, como queda dicho, sea castigado y además excomulgado. Y quien negare haber actuado con violencia para evitar dicha pena, presente fiador de acuerdo con el fuero y las antiguas costumbres de su tierra, y en seguida indáguese si cometió violencia o no, y según los resultados de la investigación quede obligado a satisfacer con la fianza dada. Los pesquisidores, sin embargo, lo sean o por consentimiento del acusador y de su acusado, o si éstos no llegasen a un acuerdo sean de aquellos que nombrasteis al frente de las tierras. Si pusieran para hacer justicias por consentimiento de los hombres precitados a los justicias y a los alcaldes o a los que tienen mi tierra, los tales deben tener sellos, por medio de los cuales citen a los hombres para que acudan a responder a las demandas de sus querellantes, y por medio de ellos me den testimonio sobre qué quejas de los hombres son verdaderas o no.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

IX. Decreté también que si alguno de los justicias denegase justicia al querellante o la demorase maliciosamente y no le reconociera su derecho dentro del tercer día, presente aquél testigos ante alguno de los justicias antedichos por cuyo testimonio conste la verdad del hecho y se obligue al justicia a pagar al querellante el doble tanto de su demanda cuanto de las costas. Y si todos los justicias de aquella tierra negaren la justicia al demandante, tome éste testigos entre hombres buenos por los cuales se demuestre y den prendas sin responsabilidad en lugar de los justicias y los alcaldes, tanto por la demanda cuanto por las costas, para que los justicias y los alcaldes, tanto por la demanda cuanto por las costas, para que los justicias le satisfagan el doble y además el daño, que sobreviniera a aquel a quien prendare, los justicias se lo paguen doblado.

exposición de los Decreta

Fotografía: Martínezld

Alfonso IX de León

Alfonso IX de León. Colección Reyes de León del Ayuntamiento de León. Palacio del Conde Luna. Fotografía: Martínezld

X. Añadí también que ninguno impugne a los justicias ni les arrebate las prendas cuando no quisiere cumplir con la justicia; y si lo hiciere, restituya el doble del daño, de la demanda y de las costas y además pague a los justicias 60 sueldos. Y si alguno de los justicias requiriera a algunos de sus subordinados para hacer justicia y éstos se negasen a ayudarle, queden obligados a la pena sobredicha y además paguen al señor de la tierra y a los justicias 100 maravedís; y si el reo o deudor no pudiera disponer de medios para pagar al demandante, los justicias y los alcaldes sin responsabilidad se incauten de su persona y de cuantos bienes tuviera, y lo entreguen con todos sus bienes al demandante, y si les fuere necesario, custódienlo bajo su protección, y si alguno lo arrebatase por la fuerza, sea castigado como invasor violento. Y si alguno de los justicias sufriera algún daño por ejercer la justicia, todos los hombres de aquella tierra le reintegren por todo el daño, en caso de que quien le hizo el daño no tuviere con qué pagarle; y en caso que suceda, de que alguno por añadidura lo matase, sea tenido por traidor y alevoso.

XI. Dispuse también que si alguno fuere citado por el sello de los justicias y se negare a presentarse al plácito delante de los justicias, probado que fuera esto por hombres buenos, pague a los justicias 60 sueldos. Y si alguno fuera acusado de robo o de otro hecho ilícito y el acusador le citase ante hombres buenos a fin de que se presente a responder ante la justicia, y éste se negase a venir en un plazo de nueve días, si se probase que ha sido citado, sea considerado malhechor; y si fuera noble pierda el rango de los 500 sueldos y el que lo prendiere haga justicia de él sin responsabilidad alguna; y en caso de que el noble en algún momento se enmendase y satisficiera a todos los demandados, recupere su nobleza y vuelva a poseer el rango de los 500 sueldos, como antes tenía.

XII. Juré también que ni yo ni otro cualquiera entre por la fuerza en casa de otro o le haga algún daño en ella o en sus bienes; y si lo hiciese, pague al dueño de la casa el doble de su valor y además al señor de la tierra nueve veces el daño causado, si no prometiera satisfacer, según está escrito. Y si acaso matase al dueño o la dueña o alguno de los que les ayudaren a defender su casa matase a alguien de aquéllos, no sea castigado como homicida y del daño que le causase nunca quede obligado a responder.

XIII. Y establecí que si alguno quisiere hacer justicia a alguna persona que tuviera agravio de él, y el agraviado no quisiera recibir de él justicia, según lo dicho anteriormente, no le haga ningún daño; y si lo hiciera, pague el doble, y si además acaso le matare, sea declarado alevoso.

XIV. Establecí también que si alguien por casualidad vagase de una ciudad a otra o de una villa a otra o de una tierra a otra y alguno con sello viniere de justicias a justicias de aquella tierra para que lo detengan y hagan de él justicia, inmediatamente y sin dilación no duden en detenerlo y hacer justicia. Y si no lo hicieren los justicias, sufran la pena que debiera sufrir el malhechor.

XV. Prohibo además que ningún hombre que posea bienes por los que me paga foro los entregue a ningún establecimiento eclesiástico.

XVI. Ordené también que nadie acuda a juicio a mi curia ni al juicio de León a no ser por aquellas causas por las que debe irse según sus propios fueros.

XVII. También prometieron todos los obispos, y todos los caballeros y los ciudadanos confirmaron con juramento, ser fieles en mi consejo, a fin de mantener la justicia y conservar la paz en mi reino.

Enredando
Política de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Más información sobre la política de privacidad.