Las murallas de Mansilla de las Mulas fueron testigo de sus Justas Medievales

Este evento anual coincide con el fin de semana más próximo a la festividad de Santiago, y pretende ofrecer una auténtica inmersión en el pasado medieval de la villa. Para volver al medievo sorprende no solo que no haya ninguna referencia al Reino de León, el Reino más poderoso de la Hispania Medieval, sino que tampoco haya ninguna exaltación de algún elemento local.

.

Durante este fin de semana se ha celebrado en la Plaza del Grano de Mansilla de las Mulas (León) las Jornadas Medievales, una de las citas más esperadas del verano leonés.

Por ello en las calles de esta villa leonesa se instalaron diversos puestos en la plaza del grano y aledañas que recreaban el Mercado Medieval  aderezado  una animación callejera con músicos, danzas, cómicos, exhibiciones de cetrería, desfile de caballeros, animaciones teatralizadas, y como plato fuerte unas justas medievales que se desarrollan entre las murallas y las orillas del río Esla. Todo ello ambientado con absurdos elementos heráldicos obviando ya no la bandera de Mansilla, sino también la de León.

Las jornadas medievales pretenden ambientar la vida típica de la Edad Media, con sus juegos, torneos y demostraciones de fuerza, entre las que destacan las Justas (torneo medieval entre caballeros) en el Postigo que se celebró ayer domingo.

Testimonio de su esplendor medieval conserva la villa de la hoy llamada Mansilla de las Mulas un recinto amurallado considerado Bien de interés cultural desde el 3 de junio de 1931.

Esta muralla de Mansilla data probablemente de antes del año de la repoblación, es decir de 1181. El castillo existía desde mucho tiempo antes. Mientras el rey repoblador, Fernando II de León, para mayor seguridad de los concejos, mandaba derribar o dificultaba la construcción de castillos, torres o fortalezas a los nobles, fortificaba villas y ciudades su Reino.

Pues bien con estos mimbres y tratándose de unas jornadas medievales en una localidad importante dentro del Reino de León sorprende no solo que no haya ninguna referencia al Reino de León, el Reino más poderoso de la Hispania Medieval, sino que tampoco haya ninguna exaltación de algún elemento local.

Y con esos mimbre se podría hacer algo mucho mas digno que unas repetitivas justas medievales en la que nos volvemos a encontrar al caballero de rojo que aquí era Bernardo del Carpio.

.