Por motivos familiares y ajenos a la organización Deadletter no podrá participar en esta edición de Rockland Art* Fest. En su lugar, tocará el grupo de Eibar, Kokein.
Rockland Art* Fest ha subido el telón de su edición 2025 con una maratón de casi nueve horas de rock sin descanso que ha dejado al público exhausto, feliz… ¡Y con ganas de más! Desde la apertura de puertas a las hasta los últimos acordes pasadas las dos de la madrugada, el recinto vibró con una sucesión de conciertos que encadenaron momentos históricos y alzaron el listón de lo que promete ser un fin de semana memorable.
Un arranque para el recuerdo
Ciclonautas inauguró el Escenario Principal con su mezcla incendiaria de stoner y rock sureño. El trío convirtió la tarde riojana en un hervidero de riffs y coros que sirvieron de bienvenida perfecta a los primeros asistentes.
El Escenario 2 cobró vida con PILT. y su sólido directo. Los de Munguía, arropados por un público entregado que coreó cada estribillo, demostraron que el rock en euskera vive una segunda juventud.
El atardecer más diverso
Al caer el sol, Battlesnake trajo el estruendo: guitarras gemelas, un vestuario imposible y un crowdsurf masivo que marcó uno de los grandes clímax de la jornada. El segundo concierto de los australianos nos dejó a todos alucinados. Tras ellos el turno de The War and Treaty que enamoró con un recital soul-country que hizo bailar hasta al último asistente.
De la rabia al himno generacional
Los suecos Refused ofrecieron un set tan feroz como elegante. Su elegante concierto, de la gira de despedida, sonó como un manifiesto que permancerá para siempre en nuestras retinas. El relevo lo tomó Alcalá Norte desplegando su rock castizo y gamberro.
Punk con pedigrí y high-voltage final
El momento más esperado llegó cuando Sex Pistols & Frank Carter subieron al escenario principal. La alianza londinense demostró que el punk nunca envejece; desde el primer acorde la banda firmó un set irrepetible, con un Frank Carter que se lanzó al público sin medir la fogosidad del público de Santo Domingo de la Calzada.
Ya en la recta final, Los Zigarros demostraron su solvencia en directo, enlazando “Dentro de la ley” con novedades de su inminente Acantilados.
Casi sin aliento pero con ganas de más, el público se agolpó de nuevo ante el Escenario principal para ver a Jet. El rock garajero australiano cerró la noche con un bolo épico, donde no faltó ninguno de sus grandes éxitos: la postal perfecta para un primer día que ya es historia del festival.
El ambiente de cordialidad y camaradería ha marcado una primera jornada, con más de 10.000 asistentes que han llenado los 28.000 m2 del recinto y que ha dejado el listón por las nubes, Rockland Art* Fest encara el sábado dispuesto a redoblar la apuesta. ¡Seguimos rockeando!
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Iggy pop incendia la segunda jornada de rockland art* fest
Second round en el Rockland Art* Fest, que se convirtió anoche en una travesía de ocho horas de rock ininterrumpido y que amplió el éxito del viernes y dejó al público con las cuerdas vocales al límite. Más de 11 000 asistentes –récord histórico del recinto (hasta el momento)– acompañaron a un cartel que mezcló leyendas vivas, joyas locales y nuevas promesas internacionales.
Calentando motores: raíces del norte
Tobogán abrió el Escenario Principal con su power-pop fibroso y guiños psicodélicos, marcando el tempo de una tarde que prometía velocidad. ¡Se notaba que los riojanos jugaban en casa! Lo que nos ofreció una imagen del recinto ya muy interesante desde primera hora, a pesar del sol abrasador. Kokein, que se incorporaron a última hora al cartel, se dejaron la piel con un repertorio en euskera cargado de distorsión, confirmando que Anari, su lider, es una de las voces con más personalidad en su estilo.
Entre costumbrismo y distorsión
El viaje continuó con The Flying Rebollos con su rock tabernario y letras costumbristas. El público coreó cada verso con intensidad. Delirium Tremens ofreció un set crudo y eléctrico sobre el Escenario 2, recordando su herencia punk vasca.
Cosecha internacional al atardecer
El atardecer empezó con el indie británico de The K’s que contagió su euforia de guitarras afiladas a miles de gargantas. La puesta de sol vino acompañada con el soul rock delicado pero desgarrador de Morgan. La banda liderada por Nina de Juan, está en estado de gracia y su cuarto disco, es una auténtica delicia. Eso sí, Sargento de Hierro sigue siendo su hit más coreado.
La Iguana, el rugido y la nueva sangre
Pasadas las diez y media el recinto explotó: Iggy Pop apareció torso desnudo, igual que hace una semana en Mad Cool, y convirtió “Lust for Life” en un pogo que sacudió todo Santo Domingo. Parece que no pasan los años para sus temas, que son himnos, ni para su público que no paró de saltar en todo el concierto. La electricidad ha dado para iluminar todo el recinto. Simplemente impresionante. Cuando todavía se palpaba el sudor, Kira Mac irrumpió en el Escenario 2 con su blues-rock incendiario. La potencia en escena de la británica dejó al multitudinario público absolutamente extasiado.
Final a todo volumen
Wolfmother cerró la noche con riffs mastodónticos que resonaron como un martillo pilón. El set, basado en la gira 2025 que está devolviendo a los australianos a las portadas, selló la jornada sobre un muro de fuzz y falsete.
Con el sábado en el bolsillo y dos noches legendarias a sus espaldas, Rockland Art* Fest encara un domingo repleto de sorpresas… ¡y aún queda cuerda para rato