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Segunda jornada del Resurrection Fest: Korn hace que Viveiro salte por los aires

Viveiro vibró ayer con una intensidad descomunal durante la segunda jornada del Resurrection Fest Estrella Galicia 2025. En su vigésima edición, este festival, ya un referente mundial en los géneros del metal, hardcore y punk, demostró por qué sigue siendo un imán para más de 40.000 almas llegadas de todos los rincones del planeta.

RESURRECTION FEST 2025

Fotografía: Juanje de la Iglesia

 

Resurrection Fest 2025

Fotografía: Juanje de la Iglesia

La noche del jueves 26 de junio fue un torbellino de emociones, pero, sin duda, el momento cumbre llegó con Korn, los titanes del nu-metal que cerraron la jornada con un ritual sonoro que dejó al público extasiado. Junto a ellos, Northlane, Death Angel, Seven Hours After Violet, Municipal Waste, Till Lindemann y Heredeiros da Crus ofrecieron actuaciones memorables que hicieron de esta jornada una de las más vibrantes de la historia del festival.

Northlane

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Northlane: La vanguardia australiana del metalcore

La jornada arrancó con fuerza en el Main Stage a las 17:05, cuando Northlane, procedentes de Blacktown, Sídney, Australia, tomaron el escenario con su característico metalcore progresivo. Formada en 2009, esta banda ha evolucionado desde sus raíces más crudas hasta un sonido que combina atmósferas electrónicas, riffs técnicos y letras introspectivas. Con su vocalista Marcus Bridge al frente, Northlane desató una tormenta sónica entre un público que no dudó en abrir los primeros pogos del día. Su capacidad para alternar pasajes melódicos con breakdowns devastadores mostró por qué son una de las bandas más respetadas del género. La conexión con los fans fue palpable, con Bridge agradeciendo la pasión de Viveiro.

Death Angel

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Death Angel: El thrash de la Bay Area en su máxima expresión

A las 17:55, el Ritual Stage se convirtió en un campo de batalla con Death Angel, los veteranos del thrash metal originarios de Concord, California. Formados en 1982, esta banda es un pilar del sonido de la Bay Area, y su actuación fue una lección magistral de velocidad y precisión. Liderados por el carismático Mark Osegueda, cuyo rango vocal sigue siendo imponente. Los riffs afilados de Rob Cavestany y la batería incansable de Will Carroll hicieron que el público se entregara a un frenesí de headbanging y circle pits. Su energía contagiosa y su entrega sin reservas recordaron por qué siguen siendo una fuerza imparable en el thrash metal tras más de cuatro décadas.

Seven Hours After Violet

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Seven Hours After Violet: La promesa del metal moderno

A las 18:45, el Main Stage dio la bienvenida a Seven Hours After Violet, una de las sorpresas de la jornada. Esta banda, que debutó en el festival, es un proyecto liderado por Shavo Odadjian, conocido por ser el bajista de System of a Down. Su estilo, una fusión de metal alternativo, post-metal y toques experimentales, cautivó a los asistentes con una propuesta fresca y poderosa. Destacaron por su atmósfera densa y sus cambios dinámicos, mientras que la presencia escénica de la banda, con Odadjian como eje central, añadió un toque de carisma. Aunque aún están forjando su camino, Seven Hours After Violet dejó claro que tienen el potencial para convertirse en un nombre grande en la escena. Su actuación fue un soplo de aire fresco que conectó tanto con los fans más jóvenes como con los veteranos.

Municipal Waste

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Municipal Waste: Fiesta thrash sin frenos

A las 19:35, el Ritual Stage se transformó en una auténtica fiesta punk-thrash con Municipal Waste, procedentes de Richmond, Virginia. Desde su formación a principios de los 2000, esta banda ha sido sinónimo de diversión desenfrenada y riffs veloces, mezclando thrash metal con la actitud del hardcore punk. Su concierto fue una explosión de energía que desató una avalancha de crowdsurfers y mosh pits. Tony Foresta, con su humor irreverente y su entrega vocal, lideró una actuación que fue puro caos controlado. Municipal Waste no solo tocó, sino que creó una verbena metálica que hizo que el público olvidara el cansancio acumulado y se lanzara de lleno a la diversión.

Till Lindemann

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Till Lindemann: El cabaret industrial que hipnotizó Viveiro

A las 20:35, el Main Stage se sumergió en la oscuridad teatral de Till Lindemann, el icónico vocalista de Rammstein, que trajo su proyecto en solitario desde Alemania. Con un espectáculo que combinó metal industrial, elementos de cabaret y una estética provocadora, Lindemann ofreció una experiencia visual y sonora única. El show incluyó temas como “Zunge” y “Praise Abort”, que mezclaron letras crudas con ritmos pesados y visuales impactantes. Vestido de rojo y con una puesta en escena cargada de simbolismo, Lindemann llevó al público a un viaje entre lo grotesco y lo sensual, dejando a todos boquiabiertos. Aunque su propuesta polariza, nadie pudo negar el magnetismo de un espectáculo que fue tan perturbador como fascinante.

Heredeiros da Crus

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Heredeiros da Crus: La verbena gallega que unió a todos

A las 22:05, el Ritual Stage se llenó de orgullo gallego con Heredeiros da Crus, la banda de Ribeira que es un auténtico icono del rock en gallego. Con más de tres décadas de trayectoria, este grupo combina hard rock, punk y una actitud festiva que convirtió su concierto en una auténtica verbena. Temas como “Quero Josar” y “O Fillado” hicieron que el público, especialmente los locales, cantara a pleno pulmón y bailara sin parar. La irreverencia de sus letras y la energía arrolladora de su frontman, Tucho, crearon un ambiente de celebración que unió a metaleros de todas las edades y nacionalidades. Heredeiros da Crus no solo tocó, sino que convirtió el escenario en una plaza de pueblo en plena fiesta mayor, demostrando que el rock gallego tiene un lugar privilegiado en el Resurrection Fest.

Korn

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Korn: El ritual nu-metal que coronó la noche

A las 23:30, el Main Stage se convirtió en un templo del nu-metal con Korn, la banda de Bakersfield, California, que redefinió el género en los años 90. Formados en 1993, Korn sigue siendo una fuerza imbatible, y su actuación en Viveiro fue una demostración de poderío sonoro y emocional. Jonathan Davis, con su voz cargada de angustia y su presencia magnética, lideró un setlist que fue un viaje por su legado. Cuando sonaron los primeros acordes de “Blind” la gente se volvió loca. Los riffs pesados de Munky y Head, combinados con el groove hipnótico de Fieldy y la batería precisa de Ray Luzier, crearon una atmósfera envolvente que hizo temblar el suelo de Lavandeiras-Celeiro. Las pantallas gigantes y el juego de luces amplificaron la intensidad, mientras Davis, con su icónica gaita en “Shoots and Ladders”, conectó con un público que coreó cada palabra. Korn no solo cerró la jornada, sino que consagró Viveiro como un lugar sagrado para los amantes del metal, dejando un recuerdo imborrable en esta edición histórica.

Resurrection Fest 2025

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Una jornada para la historia del Resu

La segunda jornada del Resurrection Fest 2025 fue una celebración de la diversidad y la intensidad del metal en todas sus formas. Con dos jornadas más por delante, el festival promete seguir elevando el listón, con nombres como Slipknot y Falling in Reverse listos para tomar el relevo. El «Resu», una vez más, se consolida como un faro de la música extrema, y nosotros ya contamos las horas para volver al recinto.

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