A tan solo una hora de Madrid —accesible en tren de alta velocidad desde Chamartín o en coche por la A-6 y AP-61—, Segovia se presenta como la escapada perfecta para familias con niños, amantes de la gastronomía y viajeros que buscan una Navidad auténtica.
Aunque Segovia tenga fama de “ideal para una excursión”, lo cierto es que es un destino que se disfruta infinitamente más sin prisas. Dormir en Segovia, especialmente en esta época del año, permite disfrutar con calma de su ambiente navideño, sus calles iluminadas, cuyo brillo se refleja en piedra y adoquines, creando un paisaje entrañable. Pasear tranquilamente, con un cucurucho de castañas recién asadas entre las manos o con unos chullos calientes es casi un ritual para sentir la esencia de estas fechas.
La luz de Segovia y sus monumentos
Uno de los momentos más esperados es la iluminación del gran pórtico de la Navidad a los pies del Acueducto y el gran árbol de navidad junto a la iglesia de San Millán, la más destacada del patrimonio extramuros. Juegos de luces en ambos puntos amenizarán el paseo por la Avenida del Acueducto durante las vacaciones navideñas. Además, en estas fechas, todos los monumentos se iluminan a diarioofreciendo su espectacular panorámica nocturna desde los numerosos miradores de la ciudad.
Lugares que no te puedes perder
La Plaza Mayor acoge desde el 5 de diciembre su tradicional mercado navideño, donde se ubicará la ‘Christmas House’, que tendrá visitas imprescindibles de personajes mágicos. Entre puestos de artesanía, dulces típicos y productos locales, la Plaza Mayor de la ciudad es un lugar perfecto para dejarse llevar por los aromas, hacer compras especiales y disfrutar del ambiente festivo. Los más pequeños pueden, además, mecerse en el tiovivo y demás atracciones infantiles.
No faltará tampoco el tren navideño que recorrerá la ciudad atravesando tanto el Azoguejo como la Plaza Mayor pasando por las principales arterias del Barrio de los Caballeros.
El Centro de Recepción de Visitantes será, en estas fechas, cita imprescindible para los más pequeños puesto que durante las vacaciones escolares se realizarán talleres infantiles de distintas temáticas y acogerá la casa de Papá Noel con la visita de tan esperado personaje. También allí los mayores podrán comprar regalos muy especiales para sus seres queridos: packs de experiencias para conocer y disfrutar más de la ciudad;desde vuelos en globo hasta cuentacuentos para los más pequeños, entre otras propuestas.
Otra de las joyas de la Navidad segoviana son sus originales nacimientos que acogen edificios como la Alhóndiga, donde se ubica el nacimiento municipal, además de iglesias y museos, donde se exhiben preciosos montajes.
Sabores tradicionales, imprescindibles en estas fechas
La visita navideña a Segovia se completa alrededor de una mesa. La ciudad es un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía tradicional, y en estas fechas el ambiente cálido de sus mesones y restaurantes invita a hacer una pausa y disfrutar de la cocina segoviana en todo su esplendor. El cochinillo asado se convierte en uno de los platos imprescindibles para quienes visitan la ciudad en diciembre. Junto a él, el lechazo o los judiones de La Granja completan una propuesta culinaria que marida a la perfección con el ambiente festivo. Y para culminar la sobremesa, nada mejor que probar el ponche segoviano, el dulce más emblemático, cuya mezcla de mazapán, bizcocho y crema es un homenaje a la tradición repostera local. Pero no son las únicas propuestas; abundan también otrascomprometidas con la calidad que mezclan con maestría los sabores más tradicionales y recetas innovadoras basadas en productos de kilómetro cero.
Para los deportistas
Además de su riqueza cultural y gastronómica, Segovia vive la Navidad también a través del deporte – no en vano es Ciudad Europea del Deporte 2025– con nuevas citas, como el I Open Internacional de ajedrez de Castilla y León por tramos de Elo que se celebrará del 18 al 22 de diciembre, y otras consolidadas que llenan sus calles de energía y diversión. Entre ellas destaca la popular Carrera del Pavo, una tradición con más de un siglo de historia que reúne a ciclistas en una peculiar competición cargada de humor y emoción. También la San Silvestre Segoviana, que cada 31 de diciembre invita a correr por algunos de los rincones más bellos de la ciudad, se ha convertido en una celebración imprescindible para despedir el año de forma activa y festiva. Ambas pruebas contribuyen a ese ambiente cercano y participativo que caracteriza a la Navidad segoviana.
Segovia es, en definitiva, un destino ideal para vivir una Navidad tradicional, llena de encanto y serenidad. Un lugar donde la historia se tiñe de luz y cada rincón invita a disfrutar del espíritu navideño con calma, emoción y sabor.





