Cabe destacar que todos los actores que participan en esta representación son simples aficionados y que todo el personal que colabora es voluntario y altruista.

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Con motivo del inminente 900 aniversario del fallecimiento de Urraca I de León, primera reina privativa de Europa, la Asociación Cultural El Trovador Leonés ha presentado ayer la teatralización de su coronación en el Auditorio Ciudad de León

Fotografía: Martínezld

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Una teatralización que colgó el cartel de completo. De nuevo el profesor Hermenegildo López (colaborador de Enredando.info) nos muestras un pedacito de nuestra historia. Esa historia tan maltratada, manipulada y ocultada de este viejo Reino de León que se resiste a ser anulado, olvidado y ninguneado.

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La pluma de Hermenegildo López nos traslada al medievo, una época en dónde el Reino de León era el Reino mas poderoso de la Hispania medieval. En dónde los leoneses éramos respetados y temidos.

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Y de nuevo un público totalmente entregado y ávido de conocer un poco de la historia de León. Cabe destacar que todos los actores que ayer participaron en esta representación son simples aficionados y que todo el personal que colabora es voluntario y altruista.

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La acción transcurre en Toledo. Ahí nos encontramos al sexto de nuestros Alfonsos, y lo encontramos enfermo, con más de 60 años, rodeado de toda su familia, con una herida grave en una pierna, consecuencia de la batalla de Sagrajas y una más profunda aún, en el alma, por la muerte de su hijo, Sancho, en la batalla de Uclés; el príncipe tenía apenas 14 años y los hechos habían ocurrido el 29 de mayo de 1108.

Fotografía: Martínezld
Al rey solo le queda intentar resolver un grave problema: la sucesión a la Corona del Reino de León… No os contamos más. Mejor que lo veáis vosotros mismos ya que ante el llenazo que hubo ayer en el Auditorio se prometió un «bis».
Una representación organizada por la Asociación El Trovador Leonés y que es posible gracias al Ayuntamiento de León y a la colaboración del Grupo Hedisa, de la Federación de Asociaciones Vecinales Ordoño II, Asociación de vecinos Santa Marina La Real, Hotel Infantas de León, Coral Gregoriana del Cister de Sandoval y la Fundación CEPA.
Y como curiosidad la Reina Urraca que ayer fue coronada en el Auditorio leonés lucía el mismo vestido con el que posó en el cuadro de José Rodríguez de Losada, copista que fuera del Museo de Prado y que se puede ver en el Palacio del Conde Luna.
Y como colofón el profesor Hermenegildo López anunció que ya tiene terminada la recreación del Concilio de Coyanza que le ha encargado el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan.

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Silencio, se levanta el telón
Es 1 de julio de 1109, estamos en la Imperial Toledo, capital del reino de los visigodos, que había permanecido en manos de los musulmanes durante 373 años, abandonaba este mundo uno de los más importantes reyes del reino/imperio leonés; Alfonso VI de León, que esa es su verdadera intitulación.

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Era el rey que había alcanzado el sueño, tan recurrente en sus antepasados, de la conquista de Toledo. Había conseguido entrar por la antigua puerta de Bisagra, hoy puerta de Alfonso VI, sin derramamiento alguno de sangre, el 25 de mayo de 1085.

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Tenía entonces 37 años y toda una vida por delante. Hoy, lo encontramos enfermo, con más de 60 años, con una herida grave en una pierna, consecuencia de la batalla de Sagrajas y una más profunda aún, en el alma, por la muerte de su hijo, Sancho, en la batalla de Uclés; el príncipe tenía apenas 14 años y los hechos habían ocurrido el 29 de mayo de 1108.

Fotografía: Martínezld
Al rey solo le queda intentar resolver un grave problema. Sancho era el único hijo varón, a pesar de que Alfonso había tenido 5 esposas. El reino necesita imperiosamente un sucesor y el rey quiere resolver esta cuestión antes de morir. Está en juego nada menos que la unidad y hasta la supervivencia del propio reino.
La decisión que toma Alfonso y que somete a la curia regia cambiará para siempre la historia del mundo en lo que al acceso al trono se refiere. Tanto los grandes de la Iglesia como los magnates del Reino se resisten a aceptar lo que su señor les propone. Solo consentirán si el rey admite una exigencia previa. Alfonso lo tiene todo previsto…
En vísperas del 900 aniversario del fallecimiento de nuestra Urraca I, bueno es que conozcamos alguno de los pormenores de su vida y sintamos el deseo de apreciar los hechos más destacados de nuestra historia leonesa.
La Asociación Cultural El Trovador Leonés pone letra y vestuario a estos hechos.

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Urraca I de León
El 8 de marzo de 1126 pasaba a mejor vida la primera reina titular de Europa, no consorte, una mujer en la plenitud de la Alta Edad Media, tenía solo 44 años de edad, y era la Reyna-Emperatriz Urraca I de León. Esta fecha debería ser emblema e icono absolutos para todes les muyeres de La Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra, Asturias, León, Zamora, Bierzo y Salamanca, por lo que representó.

Fotografía: Martínezld
Había nacido el 24 de junio de 1081 y era hija de Alfonso VI y su segunda esposa Constanza de Borgoña. Está claro que los designios de la corte leonesa no cuadraban con el destino que le estaba reservado a la pequeña Urraca ya que, según marcaban las costumbres de la época, su misión en la vida pasaba por la dedicación a la vida monástica o por terminar casada con alguien que viniera a aportar algún apoyo a la familia real y por ende al propio Reino de León. Incluso fue su primer cometido pues la casaron, a la edad de 14 años, con un ya maduro Raimundo de Borgoña.
Poco sospechaba su padre que, falto de heredero varón (fallecido su único hijo, Sancho, en la Batalla de Uclés -1108- y con apenas 15 años) tuvo que dejar en manos de Urraca los destinos del reino más importante de la Península, en aquellos momentos.
En aquella sociedad dominada por hombres, una mujer tenía poder en cuanto que lo tenía su marido, pero Urraca I (junto a su tía Urraca Fernández) fue una excepción… o quizá no tanto; si escarbamos un poco en la evolución de los usos, costumbres y leyes que emanaban del poder real (el Fuero de Alfonso V) podemos constatar ya avances significativos que la propia reina debe conocer y hasta revitalizar, puesto que tiene capacidad para ello. Y, después de todo, ¿qué puede importarle la opinión de los demás si ella es la Emperadora?
Precisamente por eso, por su forma de encarar los problemas, por sus innegables méritos que otros no pudieron atribuirse, por negarse a renunciar a sus derechos y por convertirse en adalid y defensora de los valores del Reino, Urraca será, no solo maltratada sino vilipendiada, hasta de manera grotesca, por romances e incluso algunos historiadores.

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