

Fotografía: Diputación de Zamora
Como cada Lunes de Pentecostés, la Virgen recorre el camino hasta la ermita de La Hiniesta, acompañada por cientos de zamoranos y zamoranas que mantienen viva esta tradición centenaria ya que esta Romería se viene desarrollando cada Lunes de Pentecostés desde hace 735 años.

Fotografía: Diputación de Zamora
Tambores, pendones, trajes típicos, emoción…acompañaron a la Virgen de la Concha hasta la vecina localidad de la Hiniesta. Al llegar la comitiva de Zamora ha sido recibida por los vecinos de la Hiniesta, encuentro manifestado en el saludo de rúbricas que realizan los pendones, insignias que representan a la comunidad que los porta. Desde ahí la comitiva se ha dirigido a la iglesia donde se produce uno de los hitos más significativos de la romería, la Virgen de la Concha en el sentido opuesto a las agujas del reloj bordea el perímetro del templo, una tradición que se conserva desde la ceremonia de consagración de la iglesia en pleno siglo XIII.
La Romería ha comenzado como es costumbre a las 8:30 horas desde la Iglesia de San Antolín con una concentración de pendones y el tradicional cambio de bastones entre los alcaldes de Zamora y el alcalde de la Hiniesta que simboliza el hermanamiento entre ambas localidades.
A las 12,00 en la parroquia de La Hiniesta, tuvo lugar la eucaristía presidida por el obispo de la diócesis Monseñor Fernando Valera Sánchez. Al finalizar este acto tuvo lugar la invitación por parte del Ayuntamiento de pastas y mistela. A las 17,30 horas con el acto de la despedida a la Virgen de la Concha se puso punto final a esta romería.