El festival de la Juventud, que se celebra entre el 27 y el 30 de diciembre y está dedicado a San Juan Evangelista, presenta a Bielha y Carocho como figuras rituales.
Miranda do Douro conserva las tradiciones ancestrales de rituales y figuras vinculadas al solsticio de invierno, tan características del noreste de Trás-os-Montes.
Además de la Fiesta de la Geada y el Entierro del Año Viejo, el programa destaca las fiestas de máscaras, con la Fiesta de Santa Luzia – L Bielho i la Galdrapa en São Pedro da Silva, la Fiesta de los Moços – Fiesta de San Juan en Constantim y la Fiesta del Menino en Vila Chã de Braciosa.

Fiesta de Santa Luzia – L Bielho i la Galdrapa en São Pedro da Silva
La Fiesta de Santa Luzia -también llamada Fiesta de l Bielho i la Galdrapa- inicia el período de las fiestas del solsticio con figuras enmascaradas en el País de Miranda. Consiste en una ronda de mendicidad por el pueblo, con una comitiva compuesta por el Viejo, Galdrapa, bailarines, instrumentistas y mayordomos, cuya función es recoger los regalos para la fiesta, a la vez que saludan e invitan a los habitantes.
Durante el recorrido, el Viejo intenta besar a San Cipriano y manchar la cara de la gente con hollín. Pero el exceso de vino y su avanzada edad lo harán caer al suelo varias veces, ante la indiferencia de Galdrapa, quien no se cansa de llamarlo borracho y necio, repitiendo que no sirve para nada, «¡ni siquiera para poner el espantapájaros en el prado!».
.
Festival de la Juventud – Fiesta de San Juan en Constantim
Este festival del solsticio, que se celebra entre el 27 y el 30 de diciembre y está dedicado a San Juan Evangelista, presenta a Bielha y Carocho como figuras rituales. Este último hace su primera aparición pública al encenderse la hoguera. El día del festival, Carocho y Bielha, acompañados por bailarines de bastones e instrumentistas, son guiados por los mayordomos por las calles del pueblo para llevar a cabo el ritual de la «invitación»: ofreciendo altramuces y castañas cocidas, van de casa en casa a recoger limosnas, correspondiendo con la danza del lhaço solicitada por los vecinos. Durante todo el recorrido, a Carocho se le permiten todo tipo de travesuras.
La ronda de mendicidad termina al final de la mañana, y luego se celebra una misa, durante la cual los bailarines de bastones bailan el «Señor Mío» y, una vez finalizada la procesión, bailan buena parte de su repertorio en el espacio sagrado. La velada concluye con un baile y encuentro popular, y al día siguiente se celebra una cena comunitaria para los vecinos, tras la cual los mayordomos se reúnen para rendir cuentas y realizar el ritual secreto de pasar el testigo al año siguiente.
.
Fiesta del Niño – Fiesta de l Menino en Vila Chã de Braciosa
Se celebra el 1 de enero y es una celebración ritual cuyos orígenes se remontan a la época de la luna llena (un remanente de carácter pagano), que se celebra en la actualidad en homenaje al Niño Jesús.
Las figuras rituales son la Vieja, la Bailarina y la Bailarina, quienes realizan una ronda de mendicidad, acompañadas por gaitas, redoblantes y bombos, así como por mayordomos.
Tras la ronda de visitas y mendicidad por el pueblo, se celebra la misa, seguida de la procesión, al final de la cual, según la tradición, se baila el tradicional «Repasseado» en el cementerio.
A media tarde, cuando la luz del día amenaza con desaparecer, comienza a arder la Hoguera del Niño, con la Vieja, la Bailarina y la Bailarina despidiéndose.







