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Adrenalina pasada por agua en Navarra

Saber nadar y tener ganas de hacer deporte son los únicos requisitos para engancharse a la adrenalina que desprenden las aguas navarras.

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Fotografía: TURISMO DE NAVARRA

La alternativa de deportes que se pueden practicar este verano, como los diferentes lugares donde hacerlo, es tan amplia que ha convertido a Navarra en una visita obligatoria para todos los amantes de los deportes acuáticos.

La Comunidad Foral es una región de interior pero cuenta con diversos embalses donde la práctica de deportes acuáticos es habitual a lo largo del año, aunque de manera especial en los meses cálidos y cuando el viento está por la labor. Los más habituales son los embalses de Yesa y Alloz, situados en la Zona Media, aunque también existen otros de menor tamaño como el de la Morea, en las cercanías de Pamplona.

Para la realización del esquí náutico y la vela no es necesario ningún permiso especial más allá de las licencias federativas y permisos de navegación que procedan así como las que se exigen a la persona que dirige la embarcación a motor. A pesar de que en Navarra no existen empresas que organicen actividades de este tipo, el turista puede acercarse a los embalses navegables de la comunidad a practicarlo por su cuenta. En lo que respecta al windsurf, los elementos empleados son considerados complementos de baño, por lo que no exigen permisos concretos para su utilización.

Vela

Precisamente la fuerza del viento es algo esencial para que un deporte como el esquí náutico, al igual que la vela, se pueda practicar con total garantías. Las regatas, competición profesional de vela, se caracterizan por controlar la dinámica de un velero propulsado solamente por el viento en sus velas. La navegación a vela, como deporte, puede ser de recreo o de competición y de ahí que embalses como el de Alloz, situados a poco más de 40 kilómetros de Pamplona, ayuden a iniciarse o a mejorar la técnica de este deporte. Empresas como Antzabide, situada en Puente la Reina, permite al usuario convertirse en “peregrino acuático” y recorrer el tramo de río Arga entre esta localidad y Pamplona.

Windsurf

Pese a que Navarra no tiene acceso al mar, espacios naturales como el embalse de Alloz cuentan con escuelas donde adultos y niños pueden aprender los secretos de esta disciplina. Empresas como Esnavela ofrecen cursos de vela y windsurf, tanto para adultos como para niños; “bautismos de navegación” para grupos a partir de 6 personas cuyos monitores explican las maravillas de los valles de Yerri y Guesálaz, así como el funcionamiento básico de un barco de vela; y actividades con piraguas individuales o de dos plazas, con o sin guía.

Kayak y piragüismo

Con un origen relacionado con el objetivo de pescar y cazar, de ahí su parecido a la palabra esquimal qayaq, los tripulantes de la embarcación deben mantenerse encima mientras apuestan por la velocidad o el control sobre la barca. Gracias a la cercanía de los Pirineos y de un invierno frío, los ríos navarros, como el de Irati, generan la fuerza suficiente tanto como para iniciarse en el rafting como para perfeccionar la técnica gracias a tramos de dificultad de grado 3-4. Destacan propuestas como las de la Escuela de Piragüismo de Pamplona que, durante 2 horas y sin conocimiento previo, enseñar a desenvolverse en el agua y poder dar un pequeño paseo acuático. O empresas especializadas en rafting como Nattura, que organiza recorridos en balsas neumáticas de la mano de sus guías en la Reserva Natural de la Foz de Lumbier. Cabe destacar la propuesta de piragüismo que presenta la empresa de actividades Escur. Esta actividad se realiza en el río Ega a su paso por Estella-Lizarra, en una zona en su mayor parte de aguas tranquilas en la que se desarrollan actividades con Kayaks Prijon de polietileno de modelos óptimos para principiantes.

Barranquismo

Si descender a gran velocidad por un rio encima de una barca no es lo suficientemente emocionante, siempre quedará el descenso de cañones. Este deporte típico de la Navarra kárstica, consiste en descender barrancos en el curso de un río combinando la natación y la escalada para poder salvar los obstáculos que presenta el descenso. Navarra posee abundantes barrancos y cañones caracterizados por ser espacios naturales de gran belleza donde el agua, la piedra y la luz son los principales protagonistas. Dependiendo de la meteorología y del caudal variable de los ríos podemos encontrar diversos tipos de barrancos. Uno de gran dificultad técnica y referente en Navarra puede ser el de Artazul, situado a poco más de media hora de Pamplona, con una rapel volado que alcanza la altura de los 40 metros y una longitud de 600 metros con 200 de desnivel. Otros lugares de referencia para los amantes del barranquismo en Navarra son Arandari, situado en el valle de Roncal (con empresas que ofrecen actividades en la zona como Nive, Guías Urpe o Guías K2) y Arrako y Jordán, ubicado en pleno valle de Belagua. La Federación navarra de espeleología ofrece en su web información de interés para los amantes de esta disciplina.

Esquí acuático

Este tipo de esquí, lejos del frío del invierno y los Pirineos, consiste en ser arrastrado por una lancha motora mientras se mantiene el equilibrio encima de unos esquís. Para los más expertos, la gracia de este deporte es pretender alcanzar altas velocidades mientras se trata de seguir en pie, surfeando, y procurando hacer maniobras espectaculares. El embalse de Yesa, caracterizado por tener 90 días más de sol al año que la capital Pamplona, y el viento del norte que alcanza fuerza 9, se convierte en el lugar idóneo para practicar este deporte dentro de la Comunidad Foral.

Mas info: www.turismo.navarra.es

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