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Alentejo: naturaleza en estado puro. Descubre el lado más auténtico del Alentejo

Parques naturales, caseríos encalados, playas sumamente hermosas, dehesas y áreas de jaral. Descubre el lado más auténtico del Alentejo

La región portuguesa cuenta con un hermoso entorno natural que se extiende desde la llanura, con sus viñas y dehesas, hasta las agrestes sierras fronterizas suavizadas por la serenidad de la estepa, pasando por su litoral extenso y salvaje.

Parque natural de la sierra de S. Mamede

En el parque natural de la sierra de San Mamede la naturaleza es salvaje y exuberante. Al norte, los castaños y robles comparten territorio con alcornoques y encinas, mientras que las viñas y los olivos crecen en las laderas que bordean las riberas. En la zona sur se reafirma la gran propiedad. Es el Alentejo de los montes, de las explotaciones pecuarias en simbiosis natural con la dehesa, y de las pequeñas aldeas de caserío bajo y encalado, envueltas por huertas y pomares.

Además de su fauna (aves poco comunes como el águila perdicera o el quebrantahuesos conviven con el jabalí, el venado, el meloncillo, el gato montés o el zorro), cabe destacar sus menhires, castros, puentes romanos, quinientistas y su inmensa red de calzadas, algunas de las cuales se encuentran integradas en los recorridos pedestres del parque natural, que cuenta con ocho recorridos.

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Fotografía: Turismo Alentejo

Los senderos de Marvão (8 km), Galegos (11,5 km), Alegrete (11 km) y Esperança (16 km), todos accesibles a cualquier persona con buena condición física, proporcionan, en conjunto, una imagen bastante completa del paisaje del parque. Los dos últimos pueden realizarse en bicicleta de montaña. Los cicloturistas, por su parte, disfrutarán con las carreteras secundarias y municipales del parque, un auténtico paraíso por descubrir.

Alentejo Litoral

Bordeando las marismas del estuario del Sado se alcanza una inmensa línea de costa que, entre la punta de Tróia y el cabo de Sines, despliega un continuo arenal. En el interior destaca el exuberante verdor de la sierra de Grândola, la dehesa convive con densas áreas de pinar y los ríos se embalsan en bellas albuferas. A partir de Sines, el litoral del Alentejo continúa tallando acantilados, retorciendo bloques de pizarra, haciendo y deshaciendo todo tipo de playas y calas, y definiendo nuevos contornos para la vegetación.

La zona cuenta con tres áreas protegidas (las reservas naturales del Estuario del Sado y de Lagoas de Santo André y Sancha, y el parque natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina), y decenas de puntos que merece la pena visitar, como son la costa da Galé, el puerto palafítico de Carrasqueira, las fantásticas dunas de la playa de Monte Velho o las denominadas ‘playitas’ de Porto Covo.

Tierras de Alqueva

El gran embalse de Alqueva, construido sobre el río Guadiana entre Moura y Portel, conforma el lago artificial más grande de Europa. Con más de 250 Km2 de extensión y 1.160 Km. de perímetro, el Alqueva destaca por sus impresionantes paisajes, compuestos por millares de olivos, alcornoques y encinas, y por el notable patrimonio de las poblaciones fortificadas que a lo largo de la historia defendieron esta región.

Fotografía: Turismo Alentejo

Fotografía: Turismo Alentejo

Una buena opción para los viajeros que se desplacen por cuenta propia (en coche o en bicicleta) es recorrer, a su aire, el entorno del lago. Las posibilidades de alojamiento son múltiples y las carreteras son una auténtica delicia, especialmente por sus vistas panorámicas. De todas las localidades de este recorrido, son de obligada visita, por su interés patrimonial: Juromenha, Alandroal, Terena, Monsaraz, Portel, Mourão y Moura. También merece la pena acercarse a la nueva aldea de Luz, que sucedió a la antigua (la única población sumergida por las aguas de Alqueva).

En esta zona pueden practicarse numerosos deportes acuáticos (pesca deportiva, piragua, kayak, vela, windsurf), y todo tipo de actividades aéreas (paseo en helicóptero, avioneta o globo) y terrestres (senderismo, ciclismo, paseos a caballo, rutas en todoterreno, etc.). Además, existe la posibilidad de vivir experiencias únicas, como realizar un crucero de varios días a través del lago o alojarse en un barco-casa, los únicos de Portugal. Otra visita obligada es la del parque de Noudar, un espacio natural que se integra en la Red Natura 2000 y ofrece tres recorridos temáticos: el Camino geológico-minero, el pequeño paseo El monte y el recorrido La carretera.

En el valle del Guadiana

El parque natural del valle del Guadiana se ubica al sur de Mértola y ofrece paisajes muy diferentes entre sí: los valles encajados del río y sus afluentes, las elevaciones cuarcíticas de las sierras de Alcaria y São Barão, y una extensa y agreste planicie donde crecen plantas arvenses de secano, dehesas de encina y áreas de jaral.

Fotografía: Turismo Alentejo

Fotografía: Turismo Alentejo

El molino de Canais, las aceñas de Mértola o el pequeño puerto de  pesca de Penha d’Águia son rincones especialmente bucólicos. De visita obligada son Pulo do Lobo, el accidente geomorfológico más espectacular delAlentejo, y el conjunto formado por la Mina de S. Domingos y la playa fluvial de Tapada Grande. Fuera del parque natural, destaca el bellísimo tramo de río que se extiende entre Pulo do Lobo y el embalse de Pedrógão.

 

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