Versión clásica

Cuarta jornada del Resurrection Fest: Slipknot y un cierre magistral del vigésimo aniversario

Viveiro despidió ayer la vigésima edición del Resurrection Fest con una jornada final que quedará grabada en la historia de un festival que se ha convertido durante cuatro días en la meca mundial del metal.

Resurrection Fest 2025

Fotografía: Juanje de la Iglesia

El Resu echó el cierre ayer, en una jornada que por momentos amenazaba con un suave orballo, pero estaba bastante claro que nada  iba a lograr apagar la furia, la pasión y la celebración de sus más de 40.000 asistentes.

La cuarta jornada estuvo llena de emociones, con un cartel que hizo las delicias de absolutamente todo el mundo, pero por encima de todos, los grandes protagonistas fueron Slipknot y el cierre magistral de Skindred, que marcaron una jornada inolvidable. Aquí te contamos cómo vivimos el gran final del Resu.

Our Natural Killer: El orgullo vasco abre con fuerza

La jornada arrancó a las 15:35 en el Ritual Stage con Our Natural Killer, una banda de Euskadi que se ganó su plaza en el festival tras vencer en el concurso de bandas emergentes. Este quinteto, conocido por su mezcla de metalcore y deathcore, ofreció un show visceral que calentó motores desde el primer riff. Con un sonido crudo y una energía arrolladora, resonaron entre los fans más tempraneros. La banda, visiblemente emocionada por tocar en un escenario tan emblemático, agradeció al público su entrega, demostrando que el metal vasco tiene un futuro brillante.

Gutalax

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Gutalax: La fiesta escatológica checa desata el caos

A las 16:10, el Main Stage se convirtió en un circo de grindcore y humor grotesco con Gutalax, los checos que han elevado el goregrind a un arte festivo. Originarios de Kroměříž y formados en 2009, Gutalax desplegó su espectáculo escatológico con una puesta en escena que incluyó monos blancos, hinchables y todo tipo de cosas volando por los aires. Desataron risas y bailes en igual medida, con el vocalista Maty liderando el delirio. Su show, tan absurdo como adictivo, fue una inyección de diversión que rompió el hielo y preparó al público para la intensidad del día.

The Broken Horizon: La revelación navarra del metalcore

A las 16:50, el Ritual Stage acogió a The Broken Horizon, otra banda española que se alzó con un puesto en el cartel tras destacar en el concurso de bandas. Procedentes de Navarra, este quinteto de metalcore moderno ofreció un concierto cargado de breakdowns potentes y melodías pegajosas. Mostraron un equilibrio entre agresividad y emotividad, conectando con un público que coreó y saltó sin descanso. La humildad y la entrega de la banda, que agradeció su oportunidad en el Resu, dejó una gran impresión, consolidándolos como una promesa del metal nacional.

Tetrarch

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Tetrarch: El nu-metal de Atlanta conquista el Main Stage

A las 17:35, el Main Stage vibró con Tetrarch, la banda estadounidense originaria de Atlanta, aunque ahora afincada en Los Ángeles. Formados en 2007, Tetrarch combina nu-metal, metalcore y toques alternativos, con la guitarrista Diamond Rowe como una de sus figuras más destacadas. Promocionando su último álbum, The Ugly Side of Me (2025), ofrecieron un show sólido que desató a un público totalmente entregado. La presencia escénica de Rowe y la energía del vocalista Josh Fore conectaron con la gente a la perfección.. Tetrarch fue un aperitivo perfecto para lo que vendría después.

Mental Cruelty

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Mental Cruelty: La brutalidad alemana del deathcore

A las 18:20, el Ritual Stage se sumergió en la oscuridad con Mental Cruelty, los alemanes que han conquistado la escena del deathcore con su sonido aplastante. Procedentes de Karlsruhe y formados en 2014, la banda presentó canciones de su disco Zwielicht (2023), marcadas por riffs afilados, blast beats implacables y guturales demoledores. Su energía en el escenario fue contagiosa, incitando a los fans a abrir circle pits y sumergirse en el caos. Mental Cruelty demostró que son una fuerza en ascenso en el metal extremo, dejando al público exhausto pero ansioso por más.

Aviana

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Aviana: El metalcore sueco con un toque teatral

A las 19:10, el Main Stage recibió a Aviana, la banda de Gotemburgo, Suecia, que sorprendió con su fusión de metalcore y deathcore melódico. Formados en 2016 y liderados por el vocalista Joel Holmqvist, único miembro oficial, Aviana apareció con una estética enmascarada que añadió un aura de misterio a su actuación. Sus temas combinaron breakdowns pesados con melodías envolventes, creando una atmósfera vibrante. Holmqvist, sin máscara, se mostró carismático y conectó con el público, que respondió con pogos y coros. Aviana fue una de las sorpresas de la jornada, demostrando que el metalcore sueco sigue evolucionando.

Spectral Wound

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Spectral Wound: El black metal canadiense golpea fuerte

A las 19:55, el Ritual Stage se llenó de melancolía y furia con Spectral Wound, la banda de black metal atmosférico procedente de Montreal, Canadá. Formados en 2015, su sonido combina la crudeza del black metal tradicional con melodías hipnóticas, como se escuchó en temas de su álbum Songs of Blood and Mire (2024). La guitarra de Andrés Arango, de origen colombiano, fue uno de los pilares de su muro sónico, mientras la voz desgarrada del vocalista Jonah transmitió una intensidad sobrecogedora. Aunque el grueso del público ya se concentraba para Slipknot, Spectral Wound atrajo a los fieles del género, ofreciendo un show que fue tan visceral como poético.

Adept

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Adept: El post-hardcore sueco regresa con fuerza

A las 20:45, el Main Stage dio paso a Adept, incorporación de última hora. Los suecos de Trosa que regresaron al Resu con su mezcla de post-hardcore y metalcore melódico. Formados en 2004, Adept ha construido una carrera basada en la emotividad y la intensidad, y su concierto no decepcionó. Con el vocalista Robert Ljung al frente, la banda desgranó un setlist tremendo, desatando una oleada de crowdsurfers y coros. Su conexión con el público fue inmediata, con Ljung animando a los fans a darlo todo antes del plato fuerte de la noche. Adept fue el puente perfecto hacia el clímax de la jornada.

Slipknot

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Slipknot: El infierno nu-metal que consagró el Resu

A las 23:00, el Main Stage se transformó en un campo de batalla con Slipknot, los iconos del nu-metal originarios de Des Moines, Iowa. Formados en 1995, la banda liderada por Corey Taylor ofreció un espectáculo que fue pura catarsis, consolidando su tercera visita al Resu como la más memorable.

Con una escenografía dominada por máscaras, percusiones giratorias y una energía visceral, Slipknot desató un setlist devastador que incluyó himnos como “Duality”, “Psychosocial” y “Snuff”, junto a cortes de su último álbum, The End, So Far (2022). Taylor, con su carisma arrollador, conectó con un público que llenó la explanada central, muchos luciendo máscaras en homenaje a la banda. Los riffs de Mick Thomson y Jim Root, combinados con el caos percusivo de Shawn “Clown” Crahan, crearon una atmósfera apocalíptica.

El show culminó con un espectáculo pirotécnico que iluminó el cielo de Viveiro, con fuegos artificiales sincronizados que despidieron a Slipknot entre vítores y una ovación ensordecedora. Fue el momento álgido de la noche, un homenaje al vigésimo aniversario del festival y con la mirada puesta ya en la próxima edición.

Skindred

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Skindred: El cierre magistral que hizo bailar y quererse a todo el mundo

A las 01:45, el Main Stage acogió a Skindred, los británicos de Newport, Gales, que cerraron el festival con un concierto que fue una auténtica fiesta. Formados en 1998, Skindred combina nu-metal, reggae, punk y dancehall en un estilo único que convirtió el recinto en una pista de baile.

Liderados por el carismático Benji Webbe, la banda desató una explosión de buen rollo. Webbe, con su humor y su energía desbordante, hizo que el público saltara, cantara y participara en su show. La diversidad del público se unió en una celebración sin precedentes, bailando y riendo como no se había visto hasta entonces. Skindred no solo tocó, sino que creó un ambiente de hermandad y alegría que fue el cierre perfecto para esta edición histórica.

Resurrection Fest 2025

Fotografía: Juanje de la Iglesia

Un final que hace historia

La cuarta jornada del Resurrection Fest 2025 fue una oda a la diversidad y la intensidad del metal, el punk y el hardcore. Viveiro vivió un día que encapsuló el espíritu del festival. La organización, con un aforo completo y una logística impecable, demostró por qué el Resu es un referente mundial.

El espectáculo audiovisual y pirotécnico tras Slipknot y el cierre magistral de Skindred dejaron a los asistentes con una mezcla de euforia y nostalgia, ya contando los días para la próxima edición. Viveiro, una vez más, se consagró como la capital del metal, y nosotros fuimos testigos de un capítulo inolvidable.

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