El cambio acelerado es la variable que define al mundo globalizado de hoy; todo evoluciona rápidamente, y el turismo, una de las actividades en las que más se utiliza internet, se desarrolla aún más deprisa, con nuevos perfiles demográficos (Millennials, Gen- Z’s , etc) socieconómicos, y psicográficos (grupos determinados por su personalidad, estilos de vida, intereses, gustos, estéticas, valores etc).
En este contexto, las demandas y expectativas de los viajeros a la hora de buscar un hotel, también están cambiando, así como la propia forma de viajar. Los cambios alcanzan tanto a los hoteles vacacionales como a los urbanos. Mientras en los primeros se está extendiendo la orientación al cliente, incorporando la personalización del producto y la oferta de experiencias que complementen el paquete sol + playa, en los hoteles urbanos crece también una demanda más exigente, en la que el cliente busca algo más que alojamiento y servicio correcto para su estancia de trabajo en la ciudad.
El consumo de hoteles urbanos ha ido evolucionando de manera acorde con estos cambios, y hoy, la línea que separaba las estancias de negocios y las de ocio o turismo urbano se ha desdibujado mucho, pues el cliente de negocios espera complementar su trabajo con experiencias gastronómicas, de bienestar o deporte, algo de interacción social con los residentes en la ciudad, y por supuesto, con el conocimiento del destino. Además, las ciudades han puesto en valor su componente turístico y de ocio, incrementándose de manera exponencial las llamadas “escapadas urbanas” y la ocupación de los hoteles de ciudad durante los fines de semana.
El hotel ideal para estos nuevos segmentos identificados de demanda debe ofrecer una completa experiencia, ofreciendo el marco perfecto para un viaje de trabajo y un tiempo de ocio y de turismo y descubrimiento. Debe ser, en otras palabras, un “hotel bleisure” (término que proviene de unir los conceptos “business” más “leisure”) y su gestión exige, además de gran fortaleza comercial, (nuestra web melia.com permite personalizar la propuesta de valor que ofrecemos a cada cliente), una excelencia en la operación de ambos segmentos, el urbano y el vacacional, y por supuesto, hoteles con unos atributos propios y únicos, que hagan inolvidable la experiencia del cliente.
Meliá Hotels International cuenta con 60 años de impecable trayectoria en gestión hotelera, pero cuenta además con el mejor “mix” entre hoteles vacacionales (60%) y urbanos (40%) de la industria, siendo líderes internacionales en este segmento. Nuestro portofolio, con un creciente peso de los hoteles upscale (48%) y midscale-4 estrellas, en ubicaciones inmejorables en las principales ciudades, ofrece las condiciones idóneas para combinar la experiencia Bleisure que buscan nuestros clientes.
Esta ventaja nos proporciona un expertise único en la relación con el cliente de ocio y de negocios, permitiéndonos maximizar la ocupación y las tarifas medias de nuestros hoteles de ciudad. Allí donde antes la clientela era mayoritariamente de negocios, corporativo o individual, hoy, gracias a la comercialización adecuada, y al producto adecuado, en Melá contamos con un alto porcentaje de hoteles que podemos denominar de segmento “bleisure”. Esta proporción es claramente mayoritaria en Asia-Pacífico donde nuestros Hotels urbanos son Bleisure en un 75%, algo menor (45%) en Americas, y de un 30% en EMEA. En particular, en la región de Oriente Medio, todos nuestros establecimientos están concebidos para funcionar como hoteles Bleisure, dado el carácter híbrido de las ciudades del Golfo como importantes “hubs” de negocios y al mismo tiempo, destinos turísticos de primer nivel.
Según María Zarraluqui, Vicepresidente Development en Meliá Hotels International, “nuestra experiencia es tremendamente satisfactoria, y los datos muestran una extensión de la duración de las estancias medias en los hoteles bleisure, un incremento de la ocupación y la tarifa media, apreciándose además la reducción del gap existente entre la ocupación de lunes a viernes y el fin de semana”
