Jamones Bláquez presenta en Salamanca su nuevo jamón ‘Jacinto Blázquez’

Durante el acto se han inaugurado las II Jornadas de despiece del cerdo Ibérico en Casa Paca 

La empresa salmantina Jamones Blázquez ha presentado la pasada semana su nuevo jamón ‘Jacinto Blázquez’ mediante un despiece de cerdo que se ha retransmitido en streaming desde el Restaurante Casa Paca de la capital charra, donde también se han inaugurado las II Jornadas de Despiece del Cerdo Ibérico.

El jamón ‘Jacinto Blázquez’ es una pieza única seleccionada bajo el criterio Blázquez, sin normas externas, sino teniendo en cuenta el legado familiar, es de decir, las enseñanzas del abuelo Jacinto: un sabor tradicional y puro para ofrecer piezas con clase, sabiduría y mucha personalidad.

Más allá de la norma, bajo el criterio Jacinto Blázquez

Cuenta la tercera generación de la familia, ahora al frente del negocio, que el abuelo elegía a un afortunado que le acompañaba a subir y a bajar las persianas de los secaderos según el origen del aire y escuchaba atentamente las enseñanzas que Jacinto impartía por toda la fábrica.

Durante el acto de presentación del jamón ‘Jacinto Blázquez, apadrinado por el periodista Pepe Ribagorda’, se han dado a conocer las II Jornadas de despiece del Cerdo Ibérico, que se celebrarán desde hasta el 24 de marzo en el Restaurante Casa Paca.

El menú degustación contiene platos como carrillera encebollada a la cerveza negra y mostaza, steak tartar de presa ibérica con alioli de wasabi, doble carpaccio de carabineros y jeta ibérica, migas del pastor con secreto ibérico o falso risotto de hongos y costilla ibérica.

Jamones Blázquez

Jamones Blázquez es una empresa familiar que abrió sus puertas al mercado porcino en 1932, con su fábrica en la localidad abulense de Crespos. El secreto es su raza propia de cerdo ibérico, además de su metodología y valores tradicionales en el proceso de elaboración de jamones, embutidos y carnes ibéricas.

Blázquez es una marca reconocida por sus clientes por ser sinónimo de calidad, pues son fieles a su compromiso de controlar cada punto de la cadena de producción. Cuentan con más de 30.000 hectáreas de dehesas, en las que abundan bellotas, la base de la alimentación del cerdo ibérico y que garantizan las condiciones ideales para su proceso de engorde.

Los cerdos son criados en ‘montanera’, que no es otra cosa que dejar pastar al cerdo en la dehesa durante toda su vida, entre bosques de encinas, para que el proceso de engorde se realice de manera tradicional y asegurar la calidad de la carne.

El despiece es igualmente importante, es un oficio artesanal que, en el caso de Jamones Blázquez, ha sido transmitido de generación en generación. El arte de esculpir piezas perfectas representa uno de los pasos más importantes dentro de todo el proceso de los productos “Admiración”, para lo que requieren manos firmes para separar con precisión cada una de las partes del cerdo.