Versión clásica

La muerte del rey don Sancho

¿Vellido salió con la aquiescencia de la reina y hasta con la connivencia de los defensores de Zamora, dada la situación en la que se encontraban después de un cerco de 7 meses?

cerco de zamora

Mural del Cerco de Zamora. Subdelegación del Gobierno en Zamora. Fotografía: Martínezld

 

sancho II de Castilla

Sancho II. Colección de Cuadros de los Reyes de León. Ayuntamiento de León. Fotografía Martínezld

950 años ya y, como en el resultado final del reto de Diego Ordoñez contra los zamoranos “assi fincó este pleyto por judgar”. Dicho de otro modo; a día de hoy, 7 de octubre de 2022, algunos se debaten aún en la duda de si Vellido Adolfo / Dolfos fue un héroe o un traidor, en el resultado final del Cerco de Zamora. Nosotros tenemos clara la decisión a tomar ante el dilema.

Una aclaración previa, y a los efectos de comprender mejor las líneas que siguen. Hemos elegido el título, de manera expresa, copiado del viejo romance, puesto que han sido, precisamente, los romances pro castellanos los que han impuesto su parcial visión de los hechos.

Así, como hemos hecho constar varias veces en nuestras reflexiones, un romance o una leyenda, en un momento determinado, llegaron a traspasar los umbrales de lo fantástico para convertirse, nunca mejor dicho, en palabra de rey, cuando se tomaron por ciertos (quizá, y lo que es peor aún, sabiendo que no lo eran) en la Primera Crónica General o Estoria de España de Alfonso X. En la misma fue prosificado un poema épico, presumiblemente del siglo XI, denominado el Cantar de Zamora que recogía ya todos los elementos que fueron reproducidos, hasta la saciedad, en las diferentes ediciones de la propia Crónica General (Florián de Ocampo, Zamora, 1541) o versiones de los hechos tanto en prosa como en verso o incluso en teatro; léase la Cronica del famoso [et] inuencible cauallero Cid Ruy Diaz campeador (Juan María de Terranova, y Jacome de Liarcari, Medina del Campo, 1552), La Crónica de Castilla o Crónica de los reyes de Castilla, (refundición de la última parte de la Estoria de España que va desde Fernando I hasta Fernando III y que fue escrita en los alrededores de 1300), inspiración, a su vez, del Libro de los linajes y la Crónica de 1344 del Conde de Barcelos, etc., y, por no presentar una larga enumeración, nos remitiremos a la obra de teatro de la Muerte del Rey don Sancho de Juan de la Cueva (Sevilla 1583).

Vellido Dolfos

Gigante de Belido Dolfos de la Asociación Capitonis Durii, estrenado en el 2009. Fotografía: Martínezld

Mas, probablemente, debamos, de nuevo, obviando esas citas literarias, traer a la consideración de los lectores, el referente de varias generaciones y que llegó a conformar la conciencia patria… la Enciclopedia de Álvarez, causa de algunos grandes errores del conocimiento histórico de nuestro pasado, puesto que, como hemos ya indicado, se centra en una extraña y dolorosa equivalencia: la historia de Castilla es la verdadera historia de España… Y, recordemos, otra vez, que de la misma se vendieron más de 30 millones de ejemplares y fue el único referente durante, al menos, dos generaciones de españolitos tras la guerra civil (o incivil).

portico de la lealtad

Exterior de l portillo de la Lealtad. Cuentan que por él entró Vellido Dolfos, un noble leonés del siglo XI, siendo perseguido por el Cid. Este le perseguía por haber ejecutado a Sancho II de Castilla, que se encontraba al mando de las huestes que asediaban la ciudad, que mantenía su fidelidad al Reino de León. Fotografía: Martínezld

Pero ciñéndonos a los hechos diremos que los pormenores del cerco y sus consecuencias son de sobra conocidos por los leoneses y hasta por el resto de los españoles; sin embargo, en las interpretaciones de los mismos encontramos enormes diferencias. Unas simples preguntas: ¿Es cierto que Sancho ofreció a su hermana Urraca (antes del famoso “Cerco”) cambiar Zamora por Medina de Rioseco, Villalpando y el castillo de Tiedra?

puerta de la lealtad

Placa instalada en el portillo de la lealtad que recuerda la gesta de Bellido Dolfos. El Portillo de la Lealtad tuvo previamente el nombre de Puerta de la Traición, que mantuvo hasta el 22 de diciembre de 2010, momento en el que se formaliza institucionalmente un acto de redenominación presidido por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, en el que se realiza la lectura de un texto de desagravio contra Vellido Dolfos, ensalzando su figura, y descubriendo una placa oficializando el cambio. Fotografía: Martínez

urraca señora de zamora

Mural de Urraca, Señora de Zamora (no confundir con su sobrina Urraca I de León) en la calle Balmorraz de Zamora. Fotografía: Martínezld

cerco de zamora

Gigantes de Capitonis Durii de los protagonistas del Cerco de Zamora. Bellido Dolfos, Diego Ordoñez, Rey Don Sancho, Urraca de Zamora, Arias Gonzalo, Pedro Arias y el Cid. Fotografía: Martínezld

puerta de doña urraca

Puerta de Doña Urraca, Zamora. Fotografía: Martínezld

Lo cierto es que lo único que le importaba era el control absoluto del Reino de León… ¿Vellido salió con la aquiescencia de la reina y hasta con la connivencia de los defensores de Zamora, dada la situación en la que se encontraban después de un cerco de 7 meses? ¿Fue, más bien, un acto de desesperación lo que le impulsó a decidir una salida sin saber muy bien cómo podría acabar con la vida del rey enemigo o con aquel estado de cosas? ¿Cómo es posible que Sancho, de probado carácter huraño y hasta antipático, nada proclive, por lo mismo, a dejarse aconsejar (según las propias crónicas), se fíe de una persona que ha salido de una ciudad cercada por él y que, según las previsiones, estaría ya próxima a rendirse, después de tan largo asedio? ¿Es siquiera lógico que ambos personajes se hubieran quedado solos para inspeccionar las murallas y hasta el rey entregué a Vellido un “venablo de oro” para que pueda acabar con su vida mientras se ocupa de sus necesidades más primarias? ¿Cuánto tiempo debió pasar Vellido en el campamento enemigo para granjearse la amistad del rey? ¿Nadie sospechó de él (ni siquiera el súper inteligentísimo Rodrigo Díaz de Vivar) y en ninguna de sus actuaciones desde su llegada a presencia de Sancho? Y, de otro lado, ¿qué ejército que cerca una ciudad no inspecciona, con la mayor atención, todos los lugares, a priori, más vulnerables de la muralla que la protege? Esto únicamente por hacer mención de algunas situaciones que nos parecen lógicas.

cruz del rey don sancho

Cruz del Rey Don Sancho. El monumento está situado en el mismo lugar donde según la tradición, Vellido Dolfos ejecutó al rey Sancho II, el 6 de octubre de 1072. Fotografía: Martínezld

Debemos convenir, entonces, que la imaginación de los juglares, para crear un ambiente propicio en el público que les oye, aumentaron, incluso en demasía, los elementos más relevantes de una historia a la que no faltaba de nada; ni siquiera amores prometidos de todo un personaje como la gran dama doña Urraca… Convenía, seguramente también, seguir contribuyendo a la destrucción de la imagen y realizaciones del Reino de León para enaltecer al posterior de Castilla, modelo de caballeros (el Cid) por encima incluso de los reyes (Alfonso VI): “Qué buen vasallo si hobiese buen señor…”, con una leyes mucho más avanzadas (decían) para la época contra el inmovilista y bizantinizado Reino de León (a pesar del Fuero y otras leyes del mismo que le situaban a la vanguardia del resto de los reinos europeos…), etc. Todo ello justificaciones del tan repetido complejo de Edipo…

mural de zamora, urraca señora de zamora

Urraca señora de Zamora. Mural ubicado en la Avenida de Vigo, en el barrio de Olivares de la Ciudad de Zamora. Fotografía: Martínezld

cerco de zamoraEs, hasta lógico pensar, entonces, que el cerco no hubiera durado ni los consabidos 7 meses (demasiado tiempo, incluso habiéndose preparado previamente los zamoranos para una situación semejante) ni que hubiera ocurrido la historia del venablo de oro (algo que raya el absurdo más absoluto), ni, incluso, si dejamos volar la imaginación, que Vellido hubiera salido siquiera de Zamora (ya se sabe que algunos historiadores hasta dudan de su existencia). Conocemos, perfectamente, lo que aconteció durante el cerco de Viseu por parte de nuestro rey Alfonso V; en algunos casos, pues, era relativamente fácil acabar con la vida de una persona (disparando certeramente una ballesta, por ejemplo), si se acercaba demasiado tratando de inspeccionar las partes más débiles de una muralla antes de proceder al asalto de la misma. ¡Qué curioso, también, que nadie, entre los defensores, se hubiera enterado de nada ni que hubiera llegado a dar la alarma ni tan siquiera a disparar una flecha viendo que el rey y Vellido se acercaban a las murallas! ¡Y qué oportuna también la existencia de un bosquecillo que permitió a Sancho aliviarse antes de que “el traidor” le llegara a mostrar la puerta “que no se cerraba nunca”! Tremendo error por parte de los sitiados…

portillo de la lealtad

Puerta de la Lealtad desde el interior de la muralla. Fotografía: Martínezld

¿Y en qué pasaba su valioso tiempo el Cid para enterarse, un poco tarde (¡qué pena!), de lo que ocurría y, error también, montar sin espuelas, lo que le impidió alcanzar a Vellido, pero sí dar muerte a su caballo? Tremenda carrera la del zamorano, capaz de emular al más rápido velocista olímpico, que, sin caballo entonces, logró alcanzar el “portillo de la traición” (¿a quién?) antes de que le atrapara el más grande de los héroes castellanos y modelo posterior (e incluso anterior, con permiso de Fernán González) de todos ellos…

recreación del cerco de zamora

Recreación de la afrenta en el Cerco de Zamora. El caballero castellano Diego Ordóñez de Lara, ante las murallas, insulta a los habitantes de la ciudad por la cobardía ante el regicidio. Arias Gonzalo recoge la afrenta, pero tiene prohibido el confrontamiento y es por esta razón por la que envía a sus hijos, que uno a uno van cayendo. Fotografía: Martínezld

No nos resistimos a traer a la consideración de los lectores lo que opina Anselmo Carretero Jiménez, en su celebrado libro El Antiguo Reino de León (pp. 177-178): “Mala suerte ha tenido la memoria de este caballero leonés. En una historia como la medieval española –y la del mundo entero en general- plagada de horrendos crímenes, crueldades, perjurios, traiciones, fratricidios y asesinatos de toda clase, le ha tocado en desgracia ser paradigma de traidores a quien, fiel a su ciudad cercada y a su reina, se introdujo solo y sin ayuda alguna en el campamento del ejército sitiador y mató a su jefe. Por mucho menos de lo que hizo el intrépido Vellido se recuerda en otros lugares a multitud de auténticos o supuesto héroes.

A comienzos del presente siglo, Menéndez Pidal reivindicó la memoria del “traidor”. Reconoce la audacia de Vellido Dolfos, califica el hecho de hazaña y niega que concurrieran en él circunstancias que permitieran considerarlo como una traición. “Si el heroísmo de (Quinto) Mucio Scevola, en lugar de haber pasado a la historia contado por los historiadores republicanos de Roma, se hubiera transmitido según el relato del campo etrusco, el nombre de Scevola sería odioso en la historia de Italia como el de Vellido en la de España, concluye don Ramón””.

O aún, recordamos, si la hazaña de Judith, cortando la cabeza a Holofernes, hubiera sido narrada por un historiador asirio, la bella judía no habría pasado a la historia de Israel como una heroína que puso la salvación de su pueblo por encima, incluso, de su honra. La historia “oficial” la habría acusado de todo lo peor que la raza humana ha inventado, incluyendo en ello a su familia… lógicamente traidora, como en el caso de Vellido Dolfos “hijo de Dolfos Vellido; / cuatro traiciones ha hecho / y con esta serán cinco. / Si gran traidor fue su padre, / mayor traidor es el hijo.” Solo le faltó al juglar invocar las fuerzas del abismo para demostrar que la familia era hija bastarda del mismo Belcebú…

Sin embargo, y volviendo a la obra de teatro de Juan de la Cueva, el autor, aunque sea de soslayo, ya aventura la posibilidad de que Vellido no mereciera ese calificativo que ha venido cargando injustamente. Si bien toda la literatura anterior recogía una trayectoria clara y tachaba a este soldado del Reino de persona innoble que maniobraba con engaños y alevosía, en la obra de la Muerte del rey don Sancho podemos leer los siguientes versos:

  • ¿Por dónde triunfaré con igual gloria
  • que Camilo en librar del enemigo
  • la Patria, consiguiendo su victoria?
  • Contra el rey crudo intento la venganza
  • él, que es caudillo de la vil hazaña
  • él pague, él ensangriente aquesta lanza.
  • ¡Limpiemos de tal monstruo nuestra España!
  • .

A pesar, pues, de la ceguera a la que nos han condenado durante siglos, véase ya la duda que, en el siglo XVI rondaba por la cabeza de algunos autores.

urraca de zamora y sancho II

El artista Carlos Adeva ha plasmado sobre un muro a los principales personajes del Cerco de Zamora. Fotografía: Martínezld

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¿Vellido traidor? Un héroe, seguimos defendiendo, a pesar, incluso, de que algunos se resisten a abrir los ojos a una verdad incómoda que haría tambalear muchas de sus bien asentadas certidumbres; y lo más doloroso es oírlo aún de labios de algunos zamoranos que parecen querer seguir vendiendo la figura del traidor en sus paseos turísticos por “la bien cercada”. Lamentable. ¿Qué ganan con ello? ¿Acaso congraciarse con el enemigo? A buen entendedor…

alfonso VI, Elvira y García I

Mura del Cerco de Zamora. Fotografía: Martínezld

alla en tierra leonesa ...zamora

Mural del Romance XI de la Infanta Urraca ubicado en la explanada de la Puerta de la Lealtad. Falta el final del verso. “¡Quien vos la quitare, hija, la mi maldición le caiga! Todos dicen: «Amen, amen», sino don Sancho que calla”. Fotografía: Martínezld

Ello, sin embargo, nos obligará a seguir insistiendo en nuestra tesis y, si la ocasión se presenta, cada año, en este mismo día 7 de octubre nos veremos en la necesidad de recordar a quien lo olvide o a enseñar al que no lo sepa que Vellido Adolfo no fue un traidor sino un héroe que salvó, no solo una ciudad, Zamora, sino a todo un reino de quien ni siquiera respetaba el juramento que le comprometía desde la muerte de su padre el gran Fernando I y ante su madre la primera reina leonesa, Sancha.

Quizás el enfoque sea otro, sin embargo, pues hay tantas aristas en los hechos y tantos personajes a los que traer al presente que, necesariamente, siempre quedará alguna luz que aportar a este acontecimiento que cambió la historia del Reino de León, y por lo mismo, la de la Península. ¿Qué habría ocurrido si Sancho hubiera conquistado Zamora? Eso pertenece al género de la ucronía, pero, sin duda, algo muy diferente a lo que ocurrió luego y a lo que conocemos hoy. El “punto de divergencia” se sitúa, precisamente, en la gesta de Vellido ante los muros de la ciudad que fue denominada “la perla del Reino”.

  • Texto: Hermenegildo López
  • Fotografía: Martínezld

Fecha de inicio: 07-10-2022

Fecha fín: 07-10-2022

Lugar: zamora

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