Versión clásica

Manowar desata el apocalipsis en el Kingdom of Rock

Pamplona se convirtió en el epicentro del heavy metal con la primera edición del Kingdom of Rock, un festival que hizo temblar los cimientos del Navarra Arena. Sin duda, lo vivido esta noche superó cualquier expectativa. La jornada, con los locales Electrikeel, Freedom Call y Doro, culminó con una descarga brutal de Manowar, que ofrecieron un espectáculo digno de su legado. Con un sonido “Louder than Hell” y una puesta en escena que evocaba su más pura esencia, la legendaria banda estadounidense dejó claro por qué sigue reinando en el Olimpo del metal.

 Kingdom of Rock

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Desde el momento en que Manowar pisó el escenario, la atmósfera se cargó de electricidad. La espera de 15 minutos se convirtió en un ingrediente más de la tensión que precedía al cataclismo sonoro que estaba por llegar. Dos hileras de luces cegadoras anunciaban la llegada de los Metal Warriors, y cuando Eric Adams soltó el primer rugido, y sonaron los acordes de su tema “Manowar”, el Navarra Arena casi se viene abajo.

 Kingdom of Rock

 Kingdom of RockEl volumen, físicamente abrumador, hizo honor a su “Louder than Hell”. En comparación con los sets anteriores, la potencia multiplicaba lo escuchado hasta el momento. Joey DeMaio y Michael Angelo Batio formaban un dúo impecable, sincronizando cada movimiento con precisión quirúrgica mientras la batería de Anders Johansson golpeaba como un martillo pilón.

Manowar: Un terremoto de acero y fuego

El repertorio fue una antología perfecta para los fieles del grupo. Clásicos inmortales como “Manowar”, “Kings of Metal” y “Fighting the World” hicieron que las gargantas de los asistentes ardieran en llamas, mientras los puños se alzaban en un ritual colectivo de devoción.

Uno de los momentos culminantes llegó con la interpretación de “Brothers of Metal”, tras la cual Eric Adams, visiblemente emocionado, declaró que estaban muy felices de estar en Pamplona por primera vez. Michael Angelo Batio demostró su virtuosismo con solos de guitarra que desafiaban las leyes de la física, mientras el ambiente se envolvía en una atmósfera épica con imágenes de sus clásicos guerreros proyectadas en el fondo del escenario. La apoteosis llegó con Each Dawn I Die y Blood of My Enemies, donde el sonido demoledor se entrelazó con efectos visuales espectaculares. Cañones de fuego y neblinas azuladas recreaban un escenario de batalla digno de una epopeya.

Joey DeMaio como el sumo sacerdote de la fe del “True Metal”, ofreció su clásico discurso, en euskera, castellano e inglés, que resonó como un manifiesto para los fieles, arremetiendo contra los que según él, sin nombrarlos, han impedido que Manowar haya tocado en España desde hace 14 años. “Mintieron como cabrones” dijo, porque están “cagados de envidia”. Elogió al público como los “verdaderos creyentes del metal” y advirtió que “no podrán pararnos jamás”, “la armada inmortal, los Manowarriors, están aquí esta noche, juntos”. “Navarra ha demostrado al puto mundo entero que Manowar siempre tocarán con cojones”, a lo que el público respondió con una ovación atronadora.

Doro: La reina del metal brilla con luz propia

Antes de la tempestad de Manowar, la legendaria Doro Pesch demostró una vez más por qué es la reina indiscutible del heavy metal. Su entrada al escenario fue majestuosa. Arropada por una banda impecable, inició su set con “I Rule the Ruins”, para luego alternar entre clásicos de Warlock y material más reciente.

La intensidad fue en aumento con temas como “Burning the Witches”, “Raise Your Fist in the Air” y “All We Are”, hito absoluto que hizo estallar al público en un clímax de pura adrenalina. Para sorpresa y deleite de los asistentes, Doro interpretó una poderosa versión de “Breaking the Law” de Judas Priest, llevando la energía del Navarra Arena al límite.

El carisma de la vocalista se hizo evidente en cada interacción con el público. Creó una conexión cálida y sincera con sus seguidores, consolidando su estatus como una de las figuras más queridas del metal.

 Kingdom of Rock

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Freedom Call y Electrikeel: Energía desbordante

El cartel del Kingdom of Rock se completó con dos formaciones que pusieron la sala a punto para el vendaval que estaba por llegar. Los locales Electrikeel, ganadores de la batalla de bandas, demostraron que el metal pamplonés goza de una salud envidiable. Su actuación fue un derroche de potencia y actitud, dejando claro por qué merecían formar parte de esta histórica velada.

Por su parte, los alemanes Freedom Call ofrecieron un set vibrante de power o “happy” metal, derrochando melodía y optimismo. Con temas de su reciente álbum “Silver Romance” y clásicos de su repertorio, lograron conquistar al público con su característica combinación de riffs pegadizos y estribillos coreables.

Un festival que marca un antes y un después

El Kingdom of Rock nació con la ambición de convertirse en un referente del heavy metal en España, y con una primera edición de este calibre, el reto ha sido superado con creces. Manowar hizo honor a su leyenda con un show brutal, Doro demostró su estatus de realeza metálica y las bandas complementarias aportaron una energía arrolladora que redondeó una noche inolvidable.

Si el festival tiene continuidad, el listón está altísimo. Lo que es seguro es que la primera edición del Kingdom of Rock ya ha inscrito su nombre en la historia del metal. Pamplona vibró con la fuerza del acero y el fuego, y los ecos de esta noche legendaria retumbarán en la memoria de los asistentes por muchos años.

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