Versión clásica

El claustro de la Seu Vella recupera su jardín original

El consorcio responsable del monumento más emblemático de la ciudad de Lleida ha iniciado una renovación de la ornamentación botánica del claustro con el fin de recuperar el aspecto original de este espacio y favorecer la conservación de la construcción.

Fotografía: ARA LLEIDA

Fotografía: ARA LLEIDA

La plantación de romero, rosas, azucenas y lavandas completará el proceso de renovación del claustro, uno de los elementos más atractivos y singulares de la catedral antigua de Lleida. Esta catedral forma parte del conjunto monumental del Turó de la Seu Vella, un destacado recinto medieval que actualmente opta a Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Con esta actuación, los responsables del monumento quieren recrear con más fidelidad el aspecto que debió tener el claustro en el período en el que fue construido, hacia los siglos XIII y XIV, época en la que estos espacios eran ocupados mayoritariamente por plantas aromáticas y arbustivas mediterráneas. Se trata de plantas que requieren poca agua y que destacan por su cromatismo y virtudes aromáticas.

Previamente a la plantación de las plantas citadas, se procedió a la eliminación del césped y a la tala de una decena de árboles considerados poco apropiados para este espacio monumental, cuyas raíces podían afectar a la estructura del edificio y que, además, implicaban la utilización de una cantidad excesiva de agua, que también dañaba los fundamentos de la construcción. Este verano han sido plantadas provisionalmente varias flores de temporada, a la espera de la colocación de la vegetación definitiva.

También ha sido sustituido el antiguo sistema de riego por aspersión —que podía dañar las partes arenosas del claustro— por un sistema por goteo.

La llamada Seu Vella está formada por cuatro construcciones diferenciadas: el claustro, el templo, el campanario y la Canónica —la parte menos interesante—, donde hacían la vida cotidiana los canónigos.

El claustro, de dimensiones considerables, tiene una atípica situación, a poniente de la iglesia, y su lado meridional está abierto en galería sobre la ciudad; la construcción se alargó aproximadamente 150 años y comenzó con las robustas formas del románico hasta llegar a la ligereza del gótico florido en el siglo XV (con un total de diecisiete arcadas, de las que solamente dos repiten la decoración de las tracerías).

El templo es una construcción románica de tres naves y un largo crucero, con una serie de capillas funerarias incorporadas en los siglos XIV y XV y que pertenecen a las principales familias nobles; destacan las puertas románicas, con su singular decoración, y muy especialmente la Puerta de Els Fillols.

El campanario tiene sesenta metros de altura y pertenece al tipo de campanarios octogonales que caracterizan el gótico catalán. La obra fue comenzada en el siglo XIV y finalizada en el XV. Está formada por dos cuerpos que tienen sendas escaleras de caracol, que tras 238 escalones llevan al punto más alto de toda la ciudad y permiten disfrutar de un extraordinario panorama.

Más información:

Consorcio del Turó de la Seu Vella
Tel. 973 23 06 53
Web: http://www.turoseuvella.cat/

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