El Carnaval de La Bañeza (también llamado fiestas de invierno, carnavales, correr el carnaval, antruejo), en la provincia de León, es una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que comienza a tomar importancia y fama a principios del siglo XX, en la represión franquista, debido a la prohibición expresa de ocultar el rostro y disfrazarse.
“El 26 de enero de 2011, el Carnaval de La Bañeza obtenía la calificación de Fiesta de Interés Turístico Nacional. El reconocimiento venía a premiar el ingenio, la persistencia y el buen humor de muchas personas que, incluso en los tiempos en que estuvo prohibido, continuaron celebrándolo en la calle y en las sociedades de recreo.
Lo cierto es que el Carnaval de La Bañeza siempre ha estado entre los mejores carnavales de España. Un referente en Castilla y León, hasta el punto de intentar imitarlo en otros lugares. Un propósito imposible, puesto que en la Bañeza el Carnaval se empieza a “correr”, incluso antes de aprender a caminar. Forma parte de su manera de ser, es un sentimiento que llevan en su interior los bañezanos y bañezanas desde que nacen”, señala el Alcalde de La Bañeza Josée Miguel Palazuelo Martín en la presentación del mismo.
Y añade: “Son los días más divertidos del año en la ciudad más alegre. Desde el viernes “tranquilo”, hasta el sábado de “piraña”, pasando por el sábado de “chispas”, los desfiles del domingo, el lunes y el martes, la “nochebruja”, o el ”entierro de la sardina”, habrá mucho tiempo para pasarlo bien y muy pocopara el aburrimiento. Fiestas, espectáculos, conciertos, charangas, desfiles… pero sobre todo la espontaneidad y esa explosión del “sentimiento carnavalero”que solo se puede vivir en La Bañeza”.
La característica principal del carnaval bañezano es la ausencia de un concurso de disfraces con premios o compensaciones económicas por participar, como puede ocurrir en los carnavales de otros lugares. La mayor parte de la ciudad se vuelca con esta fiesta, transmitiendo el interés por ellas generacionalmente.
En muchos casos, los integrantes preparan con un año de antelación, la búsqueda de complementos, telas, máscaras y actuaciones que realizarán, motivados por un «sentimiento carnavalero», que se vive durante esos días. Ante esto, el carnaval desorganizado está captando cada vez más adeptos, disfrazándose fuera de los horarios de desfile, días sin actos, en el lugar de trabajo, etc. buscando la sorpresa y el asombro de conciudadanos y visitantes.
Estas fiestas comienzan el sábado por la noche con la gran cena carnavalera y el Pregón y presentación de la Reina y de la Musa que dan paso a la “Noche de las Chispas”. En ella, los asistentes, ataviados con disfraces, se reúnen en la Plaza Mayor para esperar el “chispazo mayor”.
El domingo, las charangas y los cabezudos recorren las calles en mitad de un espectáculo de luz y sonido. El lunes, tiene lugar el “Carnaval de los niños” y la “Noche Bruja”, donde se mezclan las charangas, las fanfarrias y las orquestas. El martes, se celebra el gran desfile por distintas calles de la ciudad en el que las peñas lucen sus disfraces.
Realizan la marcha más de 40 grupos, algunos de ellos con casi 200 miembros.Finalmente, el miércoles de ceniza se puede asistir al “entierro de la sardina”, un cortejo fúnebre que llega hasta la Plaza Mayor. Una vez allí, se recitan una serie de coplas populares en las que se ensalza a los personajes más populares del año.
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