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Esta Semana Santa, descubre el Reino Hachemita de Jordania.

Jordania forma parte de Tierra Santa y son muchos los acontecimientos bíblicos que tuvieron lugar en su territorio

En 2012, Petra celebra el bicentenario de su redescubrimiento con eventos a disfrutar en compañía de la familia

Jueves, 01 de marzo de 2012.- Mezcla de lo mejor de Oriente y Occidente, el Reino Hachemita de Jordania se presenta como el destino perfecto para visitar esta Semana Santa gracias a la infinidad de posibilidades que ofrece el país. Y es que espectaculares paisajes, como Wadi Rum o el Mar Muerto se mezclan con míticos enclaves históricos, como Jerash, o la gran joya del país, Petra. Este 2012, además, la ciudad nabatea celebra el bicentenario de su redescubrimiento con un calendario de eventos que harán, si cabe, el destino aún más atractivo.

El punto de partida para un recorrido por Jordania en Semana Santa se sitúa en Amán, capital del Reino y puerta de entrada al país. Repleta de contrastes, la ciudad se erige como ejemplo único de integración entre la modernidad de occidente y la tradición de oriente. Así, destaca por sus edificios ultramodernos, hoteles y restaurantes de lo más cosmopolitas y por sus boutiques y galerías de arte, que conviven en armonía con pequeños negocios de carácter artesanal.

A una hora de trayecto desde la capital se sitúa Jerash, que rivaliza con Petra en la lista de visitas preferidas entre los turistas en Jordania. La ciudad vivió su época dorada durante dominio romano y, hoy en día, es considerada como una de las ciudades romanas mejor conservadas en el mundo.

La conocida Petra, tesoro más preciado de Jordania, asegura una experiencia única para todos los sentidos, no en vano fue designada en 2007 como una de las Nuevas Maravillas del Mundo, si bien ya era denominada mucho antes como la octava maravilla del mundo antiguo. Fundada por el pueblo de los nabateos alrededor del siglo VI a.C., la ciudad vivió su época de mayor esplendor entre el siglo I a.C. y el siglo I de nuestra era. Tras ser anexionada por el Imperio Romano, Petra fue cayendo paulatinamente en el olvido. Tuvo que esperarse hasta el año 1812, cuando un explorador suizo llamado Johan Burchard fue a Petra en búsqueda de la ciudad de la que había oído hablar, pero que muy pocos creían en su existencia. Convertido al Islam, logró convencer a los beduinos para que le llevasen hasta la tumba de Aarón (la montaña que lleva el mismo nombre en las alturas de Petra) para ofrecer un animal como sacrificio.

Son pocos los kilómetros que separan Petra de Wadi Rum, parada obligatoria para el que quiera pisar el desierto donde tuvieron lugar las aventuras de Lawrence de Arabia y, a su vez, dejarse deslumbrar por este remanso de tranquilidad, que evoca espacios vacíos y sin límites. Cuna de los beduinos, el visitante que se acerque hasta el ‘Valle del la Luna’ podrá integrarse con ellos en su estilo de vida semi nómada, en una experiencia de lo más original y, sin duda, inolvidable.

Por último, el visitante podrá realizar una parada en el Mar Muerto. A más de 400 metros por debajo del nivel del mar, se trata del punto más bajo de la tierra. Como ya es sabido, la principal atracción de este singular enclave son sus cálidas y saladas aguas, que contienen diez veces más de sodio que las del resto de los mares del mundo y son ricas en diversos minerales, con un espectacular poder beneficioso para la piel.

Para aquellos que prefieran realizar un recorrido más acorde a las fechas, Jordania cuenta con una importante cantidad de enclaves bíblicos, que la convierten en parte fundamental de Tierra Santa y lugar de peregrinación. Así, esta tierra ha sido testigo del bautizo de Jesús, en Betania de Transjordania, y cuenta con multitud de referencias en los textos bíblicos.

Para los turistas religiosos, la zona de Betania se erige como destino fundamental, formando parte de la antigua ruta de peregrinaje cristiano entre Jerusalén, el río Jordán y Monte Nebo. Según recoge la Biblia, Juan Bautista predicó y bautizó aquí y recientes descubrimientos arqueológicos parecen indicar que fue uno de los primeros lugares de oración cristianos de todo el mundo.

Otro punto de interés al que escaparse en Semana Santa está en el Monte Nebo, lugar de peregrinación del Jubileo 2000. Aquí fue donde Moisés divisó la Tierra Prometida de Canaán, a la que nunca entraría, donde murió y fue enterrado -aunque el emplazamiento de su tumba se desconoce-. Es el lugar santo más venerado en Jordania, y cuenta con un pequeño santuario del siglo IV para conmemorar la muerte de Moisés. 

Jordania, un oasis de paz en Oriente Medio

El Reino hachemita de Jordania, sorprende al viajero por ser una nación moderna, dinámica, estable y totalmente segura. Desde las evocadoras y antiguas estepas de Wadi Rum hasta el bullicioso centro de Amán, y desde las majestuosas ruinas de antiguas civilizaciones hasta el esplendor atemporal del Mar Muerto, Jordania se revela como un destino único de lugares imponentes y misteriosos, alojamientos de alto nivel, exquisita gastronomía e incontables actividades para inspirar, motivar y rejuvenecer al visitante. En 2012, Jordania celebra el  bicentenario del redescubrimiento de Petra.

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