Versión clásica

Dalí en Shanghai: Inaugurada la exposición temporal

El pasado 4 de noviembre se ha inaugurado la exposición temporal Media Dalí en el espacio Shanghai Chi K11Art Space situado en el Art Mall’s B3 de Shanghai.

La nariz de Napoleón transformada en mujer encinta  que  pasea  su  sombra  melancólica  entre ruinas originales, 1945. © Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Fotografía: La nariz de Napoleón transformada en mujer encinta  que  pasea  su  sombra  melancólica  entre ruinas originales, 1945.
© Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Al acto han intervenido Montse Aguer, comisaria de la exposición y directora del Centro de Estudios Dalinianos, Hsu Fenlan, co‐comisaria, Joan Manuel Sevillano, gerente de la Fundació Dalí, por parte de K11 Art Foundation su fundador y Presidente de Honor, Adrien Cheng, y Manuel Valencia Alonso, Embajador de España en China.

A la ceremonia inaugural, que ha recibido una participación masiva, han asistido Rodrigo Aguirre de Cárcer, Cónsul General de España en Shanghai e Inma González Puy, directora del Instituto Cervantes de China, así como una importante representación del gobierno provincial de Shanghai.

La muestra podrá verse hasta el día 15 de febrero de 2016. Es la primera vez que la Fundació Dalí lleva una exposición de investigación a Shanghai, concretamente sobre la relación de Dalí con los medios de comunicación.

En 2001 ya se había organizado una exposición retrospectiva, en Shanghai Art Museum, con el título Dalí: a genius of the XX century.

Para posicionar a la Fundación Dalí en Asia, se acaba de estrenar un sitio web totalmente adaptado al público chino: https://www.salvadordalimuseum.cn/.Su objetivo es convertirse en referencia daliniana facilitando el acceso de primera mano a nuestros contenidos sobre Dalí, Gala, los tres museos, así como la misión y actividad de la Fundación que creó el propio artista en vida.

La exposición Media Dalí consta de 250 piezas: 12 pinturas y 2 dibujos originales de Salvador Dalí, 205 revistas,  periódicos de época y anuncios, y 30 objetos procedentes del taller del artista. La colaboración de Salvador Dalí en el mundo de las revistas y la prensa escrita, participación, que es variada y extensa —fue tratada parcialmente en el año 2004 en la innovadora exposición Dalí. Cultura de masas—, nos ha parecido un interesante tema de análisis para la muestra de Shanghai. Dalí no se limita a escribir artículos, sino que también realiza portadas y anuncios, e ilustra escritos tanto suyos como de otros autores. Y utiliza la prensa al mismo tiempo como soporte en forma de collage para su obra, y como fuente de inspiración: una portada, una imagen, un texto aparecidos en la prensa pueden ser —y algunos lo son— transformados en otra imagen, en otra lectura, y convertidos en obra suya.

Fotografía: Dali News, 1945 © Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Fotografía: Dali News, 1945
© Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Toda esta actividad le lleva, en diversos momentos de su carrera, a diseñar páginas e incluso una publicación entera, el Dali News. 3 Dalí inicia sus colaboraciones en prensa en el año 1919 con artículos dedicados a los grandes maestros de la historia del arte («Goya», «El Greco», «Durero», «Leonardo da Vinci», «Miguel Ángel» y «Velázquez») que publica en Studium, la revista del instituto de Figueres, su ciudad natal; y desde el 1927 hasta el 1929 con escritos en los que define su estética o la evolución que experimenta su carrera, aparecidos en publicaciones como por ejemplo L’Amic de les Arts, La Gaceta Literaria o también La Nau y La Publicitat.

Al mismo tiempo, encontramos ilustraciones suyas dentro de sus textos o en escritos de otros autores. Además de los ejemplos anteriores, debe destacarse su implicación, juntamente con Sebastià Gasch y Lluís Montanyà, en la redacción y la confección del Manifest groc, de 1928, o en el último número de L’Amic de les Arts, en 1929, en el que se da una gran participación de Dalí a todos los niveles, tanto el conceptual como el formal.

En la década de los treinta Dalí ingresa en el seno del grupo surrealista, y en seguida se convierte en el principal agitador y casi en su abanderado, de modo que en una entrevista llega a declarar: «El surrealismo soy yo.» Tiene, por lo tanto, un papel destacado en las revistas editadas por este colectivo, tanto en Le Surréalisme au Service de la Révolution —en la que publica artículos tan importantes como «L’âne pourri, à Gala Eluard», en julio de 1930; «Rêverie», en diciembre de 1931, u «Objets psycho‐atmosphériques‐anamorphiques», en mayo de 1933— como en Minotaure, para la cual diseña una portada, realiza ilustraciones y escribe textos fundamentales en relación con su obra y su trayectoria, como «Interpétation Paranoïaque‐critique de l’Image obsédante, L’Angelus de Millet», en 1933; «Le Phénomène de l’extase», también de 1933, y «Le Surréalisme spectral de l’eternel féminin préraphaélite», de 1936, por nombrar algunos de ellos. Debe destacarse también su colaboración con Cahiers d’Art, con escritos como «Les Pantoufles de Picasso», de 1935, o «Honneur à l’objet», de 1936.

Esta década es también la de sus primeros viajes a Estados Unidos, donde pronto colabora con la prensa americana. Buen ejemplo de ello son sus dos portadas —«Social Life by Dalí», del 9 de enero de 1938, e «Industrial Life by Dalí», del 16 de enero de 1938— para la revista The American Weekly, y la serie de siete artículos que publica en esta misma revista, todos ellos con títulos tan explícitos como «Written by a Madman – Illustrated by a Super‐Realist», del 16 de septiembre de 1934; «New York as Seen by the ‘Super‐Realist Artist’, M. Dalí», del 24 de febrero de 1935; «How Super‐Ralist Dalí Saw Broadway», del 17 de marzo de 1935; «American Country Life Interpreted by Mr. Dalí», del 24 de abril de 1935, “Gangsterism and Goofy visions of New York” del 19 de mayo de 1935 o «Crazy Movie Scenario of M. Dalí, the Super‐Realist», del 7 de julio de 1935.

Una vez instalado en América, donde reside sin interrupción entre 1940 y 1948, Dalí recibe diversos encargos para realizar anuncios, portadas, artículos de opinión e ilustraciones de textos que se publican en las revistas y los periódicos más influyentes desde el punto de vista de la cultura de masas, como Vogue, Town & Contry, Life, Script, American Fabrics y Nugget. Algunos encargos son bien precisos, como por ejemplo el que le hace Script para la serie «Surrealist Hollywood», que refleja la 4 concepción del artista de una serie de ciudades americanas y sus impresiones sobre la era atómica.

Proyecto para Tristán Loco, c. 1944 © Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Proyecto para Tristán Loco, c. 1944
© Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres, 2015

Dalí, con su vívida imaginación, plasma visiones de un mundo sin control de la energía atómica, y otras y otras de cuando dicha energía es controlada. Todas estas intervenciones le servirán de base y ensayo para diseñar conceptual y formalmente un periódico, el Dali News, del cual, coincidiendo con dos exposiciones suyas en la Bignou Gallery de Nueva York, se publican dos números en 1945 y 1947, de los cuales Dalí es el director, el editor, el articulista y el ilustrador. En la editorial hace toda una declaración de principios.

Dalí ha creado un periódico en el que solo se habla de sí mismo y de su órbita. Y, además, nos deja bien clara su posición: «Y, si bien es cierto que amo la publicidad, por mil y una razones, todas respetables, es un hecho innegable que la publicidad me ama con una pasión aún más violenta que la mía propia.»

Un gran propagandista de sí mismo. Su obra se diversifica en esta etapa americana, cuando Dalí es ubicuo en las revistas, tanto él como personaje y representante de una forma de hacer y de ser — extravagante, como se lo define en líneas generales—, como con su obra. Durante estos años se consolida la imagen del artista que él mismo ha ido construyendo.

La prensa lo considera el líder del surrealismo, el profeta del subconsciente, del mundo de los sueños y de la imaginación, el inventor del método paranoico‐crítico, el hombre libre de pensar incluso todo lo impensable. A la vez que se lo asocia con su época, se lo define como un representante de su tiempo, con influencia en el gusto contemporáneo. Pocas críticas de este momento analizan de forma seria la evolución de su obra. Dalí ya es un icono.

Triple Aparición del Rostro de Gala, 1945 ©  Salvador  Dalí,  Fundació  Gala‐Salvador  Dalí, Figueres, 2015

Triple Aparición del Rostro de Gala, 1945 ©  Salvador  Dalí,  Fundació  Gala‐Salvador  Dalí, Figueres, 2015

En este sentido, resulta interesante la reflexión que nos propone Alain Juffroy en el año 1957 en la revista Nugget: «A pesar de esta irritante mezcla de audacia, genio, conformidad y jactancia… Dalí mantiene ciertos valores por encima del flujo: uno se reiría menos si mientras lo escucha recordase que cada una de sus gracias pone el dedo directamente sobre la llaga en nuestra historia.»

Los adjetivos que se le aplican son infinitos, y todos ellos hacen alusión a un mismo campo: satírico, extraño, provocador, misterioso, audaz, excéntrico y, como no podía ser de otro modo, genial. Así mismo, cuando se alude a su obra también se hace, muy a menudo, desde los tópicos: relojes blandos, espacios vacíos, perspectivas, mujeres diseccionadas, anatomías… que muestran soledad, vacío, misterio, fantasía; en definitiva, se habla siempre de Salvador Dalí como del artista creador de unos mundos para apelar a nuestro subconsciente y que siempre muestra una imaginación vívida y libre de los clichés del pasado.

En la prensa americana del momento, muy a menudo las extravagancias de cualquier género son automáticamente consideradas «daliniadas». Especialmente significativa a fin de captar la complicidad de Dalí con la cultura de masas es su intervención en publicidad. La moda y los accesorios y los perfumes, las joyas, los artículos de lujo en general, coches incluidos, son los ámbitos donde su colaboración es más solicitada, y más usado su nombre. En este ámbito debe 5 destacarse su campaña, entre 1944 y 1947, para las medias Bryans, medias a las cuales se aplican una serie de cualidades que aluden a la obra de Dalí y a lo que Dalí significa: apasionante, provocador.

Dalí es escogido para impresionar a los consumidores con su nombre, con una campaña provocativa, que ayude a vender, una muestra más de la fetichización del personaje: «Construyendo el nombre. A fin de impresionar a los clientes por lo menos con el nombre, Beautiful Bryans le ha encargado a Salvador Dalí una serie de ilustraciones exclusivas de anuncios que se publican en Harper’s Bazaar, Town & Country y Vogue.» En este sentido, es también elocuente el número 1 de la revista Status, de octubre de 1965, que se presenta con una portada «pintada expresamente» por Dalí, y en el que además, en un inserto de subscripción, se dice de modo bien explícito: «¿Has visto a Salvador Dalí en la portada? ¿Crees que sabes cómo será Status? Ni siquiera Igor Cassini lo sabe. Y él es el editor de la revista.

Lo único que se sabe es que todo lo emocionante, lo diferente y lo comentado aparecerá en Status. Suscríbete. Ningún Status será nunca igual al anterior.» Dalí sigue colaborando en publicaciones americanas —Vogue o los escritos aparecidos en Art News a lo largo de más de diez años— y también en la prensa francesa — Connaissance des Arts, La Table Ronde y La Parisienne— y en la española —El Noticiero Universal, La Vanguardia Española y Los Sitios—.

El interés de Dalí por este mundo no decrece a lo largo de los años: en 1971 realiza, para la conmemoración del 50 aniversario de la revista Vogue —titulada por él Vogué— de Francia, un número especial dedicado, tal como precisa el mismo artista, a glorificar el culto a su personalidad y la de Gala. Sus últimas colaboraciones en prensa son con los periódicos El País —con los artículos «El buitre de Leonardo y el ‘Ictíneo’», del 11 de febrero de 1985; «Monturiol y Bellini, los dos aún en el fondo del mar», del 17 de febrero de 1985— y ABC, con el escrito «Laudatorios», del 24 de junio de 1985.

dalí edimburgo cristo de san juan de la cruz

Fotografía: Martínezld

El artista y su obra son centro y objeto de portadas de las revistas más conocidas, y alguna obra suya, ya icónica, como por ejemplo el óleo Cristo de San Juan de la Cruz, se convierte en la pintura reproducida con mayor frecuencia. En cuanto a sí mismo, podemos comprobar cómo jugaba Dalí con su propia imagen, una imagen omnipresente y construida, la cual, iniciada con la fotografía de Man Ray que fue portada de Time en el año 1936, no deja de estar presente.

Algunas de estas portadas, expuestas permanentemente en su casa de Portlligat, Cadaqués, en una sala‐vestidor cuyos armarios están revestidos de imágenes de Salvador Dalí y de Gala —también preeminente en el pedestal que él fabrica—, se han convertido en sí mismas en una de las obras de arte que forman parte de la casa‐biografía de Dalí, y su presencia se irá perpetuando en la retina de los visitantes a lo largo del tiempo.

Con la voluntad de reflejar esta intensa y vehemente intervención de Dalí en la prensa escrita, que también utilita para consolidar la imagen del artista que él mismo ha ido construyendo, presentamos esta exposición siguiendo la estructura de las revistas, empezando por las cubiertas, siguiendo por artículos interiores, anuncios, y acabando con el diseño total, el Dali News.

Hemos estructurado la exposición en una serie de 6 apartados que nos ofrecen una visión completa de la relación de Dalí con las publicaciones periódicas:

  1. Portadas diseñadas por Dalí:
  2. Artículos ilustrados
  3. Anuncios
  4. Hacia el diseño total: Dali News y Vogué
  5. Intervenciones en manuscritos y textos de revistas
  6. Collages
  7. Tiras cómicas en las que aparecen Dalí y su obra

En este sentido, el fotógrafo Philippe Halsman sentencia esta presencia: «Dalí es un surrealista. No obstante, la más surrealista de todas sus creaciones es él mismo.».

Éste es el espíritu con el que debemos entender su intervención en el mundo de las revistas, sobre todo en la década de los cuarenta. Y su aparición en numerosas tiras cómicas en las que Dalí y su obra, sobre todo los conocidos relojes blandos, son objeto de cierta ironía, más o menos afable y resultado, siempre, de una fama ya indiscutible.

Utilizamos cookies

Este sitio web utiliza cookies para medir y obtener datos estadísticos de la navegación de los usuarios, y que el visitante tenga la mejor experiencia de usuario. Puedes configurar y aceptar el uso de cookies a continuación.

Más información
Configuración Aceptar todas