Versión clásica

Ordoño II en el trono de León

En su llegada a León, Ordoño se hallaba casado con Elvira Menéndez, hija del Conde Hermenegildo (o Menendo) Gutiérrez y de Ermesenda Gatónez, hija del conocido repoblador del Bierzo y Astorga, el Conde Gatón

Ordoño II

Ordoño II. Cuadro colección de los Reyes de León. Palacio Conde Luna. Fotografía: Martínezld

El 19 de enero del año 914, falleció en Zamora quien tuvo el honor de haber sido el primer rey coronado en la que sería la más importantes de las ciudades del Norte de Hispania durante más de dos siglos, León. Estamos, naturalmente, hablando del rey García I. Tan solo permaneció en el trono 4 escasos años, él que había tanto deseado ocuparlo y que, para lograrlo hasta se había rebelado contra su padre, el gran Alfonso III.

Y, dado que no había dejado herederos, una asamblea de magnates, condes, abades y obispos, entre los que podemos citar al de León (Cixila II), de Zamora (San Atilano), de Astorga (San Genadio o Jaunacio), de Orense (Ansurio), etc., decidió dar por buena la elección del segundogénito de Alfonso para ocupar el trono de su hermano García. Se trataba de Ordoño, a quien, en el reparto de los territorios de su padre, había correspondido el área de Galicia. Debemos significar, a este respecto, que ya, en vida de su padre, actuaba como gobernador de la misma.

Por cierto, la decisión de los hijos de Alfonso III, en orden a repartirse el Reino, tendrá consecuencias bien nefastas en el futuro, puesto que inauguró una casi tradición de dividir el territorio, especialmente cuando la influencia y extensión del mismo pareciera desbordar las aspiraciones de aquel espacio embrionario al norte de la cordillera Cantábrica.

En cuando a los antecedentes familiares de Ordoño, además del aludido Alfonso III el Magno, interesa citar a su madre, la reina Jimena, a la que algunos apellidan de Asturias, pero que pudiera muy bien ser hija del rey García Íñiguez de Pamplona, en el deseo de ir cerrando el cerco de la colaboración con ese pequeño reino que había nacido el año 824 con el impulso de Íñigo Arista, el apoyo de los Banu Qasi y el permiso o la connivencia de Córdoba. Una vez que Pamplona había roto con los musulmanes, necesitaba, como es fácil colegir, aliados en los territorios cristianos.

ordoño II

Estatua de Ordoño II en la plaza de Oriente de Madrid. Fotografía: Martínezld

Esta política de matrimonios de conveniencia, entre Pamplona y León, aumentaría considerablemente en los últimos años del reinado de Ordoño (el mismo desposaría una de las hijas de Sancho Garcés I (Sancha Sánchez), lo mismo que harían sus hijos Alfonso IV (Onneca Sánchez) y Ramiro II (Urraca Sánchez).

Ordoño había nacido en torno al año 872, y, según decisión de sus padres, se hicieron cargo de su educación los muladíes (cristianos conversos al islam) Ismā’īl y Fortún de la familia BanūQasī del Ebro. Posteriormente pasaría a gobernar Galicia con el permiso paterno, por lo que, a su llegada a León, debía tener 42 años y una experiencia de 4 al frente de dicho territorio, además de otras anteriores que señalaremos más adelante.

Y ahora se trata también, como es nuestra costumbre, de justificar la congruencia entre esta reflexión sobre Ordoño y la semana en la que la misma aparece.

ordoño II libro de las estampas

Miniatura de Ordoño II en el libro de las estampas de la Catedral de León.

Señalábamos al comienzo que el rey García había fallecido en enero de 914; sin embargo, Ordoño no viajaría de inmediato a León para hacerse cargo del reino. Se especula, entonces, que intentó resolver primero sus asuntos en Galicia y organizar el territorio que dejaría en manos de determinados condes, en buena lógica también, con el objetivo de granjearse sus apoyos. Decidió, asimismo, pacificar y asegurar el reino de León para evitar que alguien se interpusiera en sus legítimos derechos y deseos de ocupar el trono; no olvidemos, a este respecto, que su hermano Fruela reinaba en Asturias, y a pesar de que las relaciones entre ambos venían siendo más cordiales que con García, el mayor de los tres, siempre cabía esperar sorpresas y, por lo mismo, juicioso sería evitarlas.

Como sabemos, Fruela II le sucedería en el trono, en 924, en el que estuvo poco más de un año, puesto que Ordoño había dejado descendencia, al contrario que García, y serían, a la postre, sus hijos los que se harían cargo del Reino de León.

reyes de león

Mural con los primeros Reyes de León, Tesorería de la Seguridad Social de León. Fotografía: Martínezld

Todas estas razones llevan entonces a suponer que, hasta finales del mes de mayo o comienzos del mes de junio, Ordoño no sería coronado y ungido por esa magna asamblea a la que nos hemos referido.

Recuperemos, ahora, el hilo de la narración, una vez que Ordoño se encuentra al frente de los destinos del reino más poderoso del momento: León.

Mas, quizá convenga recordar, de antemano, y a los efectos de conocer más profundamente el carácter del rey y su idoneidad, que, incluso en época de su padre, para significar su arrojo y probar sus virtudes guerreras, había llevado a cabo algunas incursiones de importancia en el territorio de los musulmanes. Señalemos, en especial, dos de ellas: en una fue capaz de llegar hasta Sevilla, hecho que hasta podría juzgarse de verdadera temeridad por la distancia de la misma y la falta de apoyos si la misión hubiera tropezado con alguna dificultad de importancia. Sin embargo, de esta aventura, volvió con incontables riquezas. En la segunda dirigió su atención mucho más hacia el occidente, aunque a menor distancia; hacia la hoy ciudad portuguesa de Évora de cuya zona trajo, según las crónicas, una enorme cantidad de esclavos.

Estas cualidades de guerrero serían demostradas ya en posesión de la corona de León, puesto que el mismo año de su llegada a la urbe regia, se encaminó con sus tropas hacia la antigua y prestigiosa ciudad romana de Emérita Augusta, Marida para los musulmanes (Mérida), urbe que no se reconquistaría definitivamente, sin embargo, hasta 1230, en el empuje del rey leonés Alfonso IX sobre el reino de Badajoz, el más extenso de todas las taifas, cabe recordar.

castillo de león

Castillo de León. Fotografía: Martínezld

A los efectos de calibrar la importancia de lo conseguido, tanto en sus primeros años en el trono de León, como en todo aquello que logrará a lo largo de su reinado, debemos recordar que, precisamente, en al-Ándalus, se consolidaba la gran figura del primero de los califas independientes de Damasco, de la familia de los omeyas que los abbasíes habían intentado exterminar, Abd al-Rahmán ibn Muhámmad de sobrenombre al-Nāṣir li-dīnAllah (el que hace triunfar la religión de Alá), conocido, entre los cristianos, como Abderramán III.

Se señala también, como dato importante a tener en cuenta, que el año 915 hubo una gran hambruna, especialmente en la zona sur de la Península donde las crónicas musulmanas recogen una enorme mortandad, algo que también significó, para los cristianos (aunque tuvieran un problema similar) la interrupción de las campañas de sus enemigos, con lo que esto suponía para la consolidación de las tierras recientemente repobladas.

Firma de Ordoño II

Es, al parecer, incluso un año difícil para el propio rey puesto que, según recoge una donación firmada en Mondoñedo en los finales de 914, Ordoño se encuentra tan enfermo que siente llegada su última hora, algo que, por suerte para el Reino, no llegaría a ocurrir.

Y, si aludimos a su situación particular, completemos estas reflexiones con una mención a su contexto personal y familiar.

sepulcro de Ordoño II en la catedral de León

Sepulcro de Ordoño II en la Catedral de León. Fotografía: Martínezld

En su llegada a León, Ordoño se hallaba casado (con toda probabilidad, desde la edad de 25 años), con Elvira Menéndez, hija del Conde Hermenegildo (o Menendo) Gutiérrez y de Ermesenda Gatónez, hija del conocido repoblador del Bierzo y Astorga, el Conde Gatón, y tenía ya 5 hijos: Sancho (que reinaría en Galicia), Alfonso (que ocuparía el trono de León, a la muerte de su padre, como Alfonso IV), Ramiro (en un primer momento, gobernador de la zona de Portuscale y posterior rey de León), García (fallecido, probablemente el mismo año que su padre) y Jimena (fallecida en torno al año 937), todos nacidos antes del año 900.

Ordoño, en la apreciación de todos los historiadores, sería quien, en realidad, asentaría definitivamente el Reino de León, y ello lo conseguiría en su oposición cerrada a los enemigos del Sur con los que se enfrentó en numerosas ocasiones, consiguiendo sonadas victorias, pero debiendo encajar también duras derrotas. Cada una de estas circunstancias serán motivo de análogas atenciones por nuestra parte.

 

  • Textos: Hermenegildo López
  • Fotografías: Martínezld

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