Versión clásica

Elsa revive al Besandino

El repentino deshielo provocado por la borrasca Elsa llena por primera vez el embalse del Besandino.

Besandino

Fotografía: del Hoyo R

El río Besandino (llamado también Río Grande) se encuentra en el noreste de la provincia de León y bebe de las laderas leonesas del imponente Espigüete así como de la cuenca besandina que le da nombre.

Durante los meses veraniegos, es habitual verlo salpicado de familias y chavales disfrutando de un baño en sus pozas, pero también, de ciervos, zorros y otra fauna autóctona bajando a abrevar al atardecer. Sin embargo, lo que más sorprende de su cauce es, sin duda, la presa homónima, que parece querer retener las aguas del río con un último abrazo antes de que éstas crucen a la vecina provincia de Palencia.

Besandino

Fotografía: Rodrigo Lombraña

Y no lo hace por sus dimensiones, sino porque hasta la fecha, no ha hecho honor a su función de embalse manteniéndose siempre prácticamente vacío.

Lo cierto es que, cuando se construyó la central térmica de Velilla del Río Carrión, se calculaba que era necesario un volumen adicional de agua de unos 2 hm3 para compensar las pérdidas por evaporación del sistema de refrigeración. Este caudal no podía reservarse del sistema Carrión, donde los embalses tienen una función de regulación de cara a las campañas de riego, por lo que se decidió que el Besandino podría albergar una pequeña presa de 2,7 hm3 sin funciones e infraestructura de regulación -como si tienen el resto de embalses del Carrión-.

Besandino

Fotografía: Rodrigo Lombraña

Sin embargo, las ventajas administrativas de esta obra se toparon con la realidad geológica. La ladera derecha del embalse está formada por las calizas kársticas de Peña Lampa así que, a pesar de los sucesivos trabajos de impermeabilización, las filtraciones han impedido el almacenaje efectivo de agua desde el año 1984 en que se finalizó el dique.

BesandinoLa memoria colectiva de la zona no recuerda una imagen de este embalse con más agua que los dos charcos que anegan el fondo del valle. Por otra parte, los datos hidrográficos parecen corroborar esto, puesto que resulta complicado encontrar volúmenes acumulados que alcancen el hm3.

La borrasca Elsa, no solo no ha pintado de blanco las cumbres, sino que ha generado, con sus lluvias y templadas temperaturas, un deshielo repentino que ha anegado gran parte de la geografía leonesa -en algunos casos con dramáticas consecuencias-.

Besandino

Fotografía: Rodrigo Lombraña

Pero este temporal nos deja una imagen para el recuerdo, la de la presa del Besandino a su nivel más alto conocido, expulsando incluso agua por los aliviaderos superiores. Curiosamente, al final Elsa, como el personaje de animación con el que comparte nombre, ha deshelado y revivido a este pequeño embalse de la montaña oriental leonesa.

Textos y fotografías: Rodrigo Lombraña

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